Feria de ferias
Hay cosas que no se pueden olvidar nunca, era emocionante ir a la feria ahí en el recinto ferial cuando venían las fiestas de Alcoy. Ese dinero que te daban las abuelas a escondidas, amenazas meses antes de que si no te portas bien no irías a la feria la famosa frase de “a la Fira no vages si no tens diners”, las sirenas típicas de las arrancadas y paradas de las atracciones, esa música chillona, el olor a churros, las nubes de colores, las manzanas con azúcar caramelizado “mamá una més i prou” “no arrastres els peus” y tantos tantos recuerdos. Luego en edad adolescente las cosas cambiaron, se miraba más por donde iban las chicas que nos gustaban con sus cruces de miradas, tiros en el rifle de balines para conseguir un cigarrillo o pelotazos a las latas para ganar una botellita de mistela, invitación a subir a la chica que te gustaba a los autos de choque y que salía corriendo entre risas nerviosas con las amigas. Y a todo esto cuando menos te das cuenta eres tú el que pasa de ser el niño a ser el padre, pero con menos emoción para los peques porque de bien temprana edad ya han ido a grandes parques de atracciones. Entonces, llegado ese momento es el tiempo idóneo para ir a la feria de Málaga, puedes estar unos días con sus noches que serán de los más intensos de tu vida Cartujal por doquier, música calor mucha calor, clavel en la cabeza para las mujeres, espetos, barriles de cerveza y sobre todo ambiente. Y lo mejor de todo esto es que siempre lo he compartido con mis amigos, los mismos que ahora vamos con nuestras amigas a la “Feria de tots Sants” que se celebra en la vecina villa condal de Cocentaina. Este año por precaución y de manera muy acertada para mi gusto se ha celebrado en semanas diferentes y creo que ha sido un éxito y creo que se hará así para los años venideros. Gente por todos lados y, sin embargo, sin las aglomeraciones de otros años. Se podía pasear con comodidad, saludar y hablar con la gente que conocemos, mirar y comprar sin empujones en las diferentes tiendas y paradas, disfrutar de las atracciones de cuando nosotros éramos pequeños. Esas típicas del tren de la bruja o de los autos de choque, ver los preciosos rincones que se encuentran en esta ciudad, comprobar en un mismo día las cuatro estaciones del año, pasamos mucho calor, templadito, fresquito y frío invernal. Todo esto con la tranquilidad y seguridad que daba ver a los agentes de la policía local y de la Guardia civil guardando de nuestra seguridad. Un año más y feria pasada con la ilusión de haber vuelto después de la terrible a pandemia. Y como curiosidad, deciros que significado se le da la palabra feria en la Biblia. “Lugar donde se depositaban las mercaderías traídas por los barcos y las caravanas y donde se comercializaban tales productos”. En este momento las mercancías no llegan a la villa ni por caravana ni por barco, por razones obvias y mucho menos con el embotellamiento marítimo en el que vive el mundo. Tan solo esperar que la vida vuelva a su normalidad y que año tras año podamos disfrutar de la feria de ferias. Y a todos los que hacen posible ese espectacular montaje, muchas gracias y hasta el año que viene.