Expertos consideran que la Covid no causó las muertes en Domus Vi Alcoy

El juicio por las muertes ocurridas en Domus Vi Alcoy entre marzo y abril de 2020 ha continuado hoy en la sexta vista, a la cual han asistido más peritos de la parte demandada, en este caso, de Quavitae.

Es el caso de dos internistas, uno de Barcelona y otro de Madrid, en cuyas intervenciones, han señalado a las patologías previas de los usuarios fallecidos y también a su edad como el principal motivo de la causa de las muertes, aunque la Covid-19 pudo acelerar o incluso agravar el proceso de las enfermedades, tales como demencias o enfermedades neurodegenerativas. Han apuntado a que se trataba de enfermos en situación terminal, argumentando que dicha situación significa si la enfermedad que padecen no tiene cura o tratamiento y si presenta diversos síntomas, además de considerar que la muerte próxima de dichas personas no sorprendería debido a su estado.

De esta forma, los expertos han afirmado que la Covid-19 no fue la causa del fallecimiento de ninguno de los residentes fallecidos cuyos familiares forman parte de la demanda: «en los certificados de defunción de los 18, aparecen escritos en distintos apartados, no en el que correspondiera, posible infección por coronavirus, sospecha de infección por coronavirus, pero esto no es definición de enfermedad por coronavirus».

Sin embargo, tal y como ha señalado la abogada de los familiares que han presentado la demanda, había casos de usuarios que llevaban muchos años con demencia y que sin embargo, la muerte se produjo en las primeras semanas de pandemia.

En cuanto a la edad, han indicado que las personas fallecidas a las que se hace alusión en la demanda tenían una edad media de 86 años, superando los 83-84 años de esperanza de vida que hay en España.

En sus informes descartan la mala praxis por parte de Domus Vi Alcoy, incluso se ha afirmado que «la residencia no pudo hacer más de lo que hizo», calificando como «impecable» el «manejo de cada uno de ellos». Esto contrasta con las afirmaciones de los peritos aportados por la parte demandante.

Finalmente, una perito aportada también por la parte demandada ha reducido la valoración de las indemnizaciones –en caso de que el juez así lo considere–, alegando principalmente que ninguno de los demandantes convivía con los fallecidos, pero también otros temas como las secuelas.

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