En el maratón más rápido del año
Jordi Bardisa entre el selecto grupo de participantes en Valencia
Todo lo que toca Juan Roig, propietario de Mercadona, es sinónimo de éxito garantizado. A través de su Fundación, que lleva el nombre de su madre Trinidad Alfonso, patrocina mañana la 40ª edición de la Maratón de Valencia –aporta 4,6 millones de euros de los 5,3 del presupuesto de la prueba), llamada a convertirse en la gran cita del año del atletismo internacional, superando en número de atletas de élite a los Majors, los grandes maratones como Nueva York, Boston, Chicago, Londres o Tokio.
La expectación es tanta que canales como Teledeporte, Movistar+ (Vamos) y hasta tres autonómicas, entre ellas  Punt, retransmiten en directo la carrera a partir de las 8,30 de la mañana con salida y llegada en la Ciudad de las Artes y Ciencias. En juego estarán marcas inferiores a las 2 horas y 3 minutos, 2 horas y 18 minutos en la prueba femenina y el récord nacional de Julio Rey de 2:06:52.
Descartada la participación popular por la pandemia, que este año iba a estar en torno a los 30.000 atletas, la organización se ha centrado en la élite, con solo 270 corredores en la salida, todos de primerísimo nivel, de los que 33 son españoles. Entre esa cuota de participación nacional, habrá una selecta –casi exclusiva– representación valenciana de apenas ocho corredores. Uno de ellos será el alcoyano, aunque nacido en Confrides, Jordi Bardisa, que en febrero pasado, en su primer y hasta ahora único maratón después de seis años, hizo 2 horas y 27 minutos, tres por debajo de la marca mínima que solicitaba la organización de la Maratón de Valencia.
Una marca que pudo ser tres o cuatro minutos inferior de no haber sido por un problema estomacal que le obligó a detenerse y bajar el ritmo de carrera en los últimos cuatro kilómetros. Así y todo fue vigésimo y contribuyó a que su equipo, el Cárnicas Serrano, fuese subcampeón de España. Mañana buscará acercarse a las 2 horas y 20 minutos e incluso no descarta rebajar esta marca. “Si la situación de la carrera lo permite, podría conseguirlo. Los tests que he hecho estas últimas semanas me hacen ser optimista”, indica Jordi Bardisa.
Promesa del fondo nacional
Hace un par de años, en 2018, decidió dar un giro sustancial a su carrera. Llevaba un tiempo dándole vueltas a la posibilidad de dar el salto al maratón. Sus anteriores tres acercamientos, 2011, 2013 y 2014 con el Maratón de Barcelona, no habían sido todo lo satisfactorios que esperaba. De ahí que decidió seguir en el Medio Maratón y los 10.000 metros, dos distancias en las que en su adolescencia llegó a convertirse en toda una promesa a nivel nacional. Como atleta júnior fue sexto en el Campeonato de España de 10.000 metros y varias veces campeón autonómico tanto en los 10 kilómetros como en campo a través.
Unas molestias en las rodillas derivaron en tener que pasar por el quirófano para quitarse varios quistes. A ello se sumó la búsqueda de trabajo y la preparación de las oposiciones de Policía Local, que finalmente aprobó en nuestra ciudad. Eso hizo que hasta los 24 años no retomara el atletismo después de mucho tiempo con las zapatillas guardadas en un cajón de casa. Volvió pero a otro ritmo, más como satisfacción personal, pero la clase que siempre exhibió como promesa del medio fondo nunca le abandonó pese al tiempo que tuvo aparcado entrenar duro.
Fue después de ser padre –tiene dos hijas– cuando recuperó la ilusión por competir y rebajar marcas. En 10.000 metros tiene un mejor crono de 30’54’’ y en Medio Maratón de 1h07’14’’. Hace un par de años dejó el club en el que estaba y fichó por el Cárnicas Serrano, considerado como el mejor club de asfalto de la Comunidad. Ese cambio también implicó un nuevo entrenador, poniéndose a las órdenes del prestigioso José Garay. En febrero pasado se reencontró de nuevo con la temida distancia de los 42,192 km y su esperanzadora marca de 2 horas y 27 minutos le hizo echar el resto al regresar del confinamiento.
Han sido cuatro meses en los que Jordi Bardisa solo se ha dedicado a preparar la carrera de mañana. Han sido semanas con 125 km de media, con picos de 145 km y 90 km la semana que menos entrenaba. En esas sesiones había que incluir gimnasio, sesiones de velocidad y tiradas largas de entre 28 y 35 km. Todo para correr mañana a un ritmo en torno a los 3 minutos y 19 segundos. “Por el Covid, el circuito se ha concentrado y habremos de dar dos vueltas. Es un arma de doble filo, si vas bien me permitirá tener referencias en la segunda vuelta”, admite.
Han sido semanas de entrenamientos los siete días que repartía en sesiones en nuestra ciudad, en el polígono industrial de Ontinyent y en Aitana, donde utilizaba un circuito de tierra para hacer entrenamientos en altitud. “Lo que peor llevo son los nervios. A medida que se va acercando el día lo paso peor. Voy a tratar de disfrutar pero es una distancia en la que hay un componente alto de sufrimiento. Trataré de ir lo más cómodo posible hasta el kilómetro 30, después trataré de arriesgar. Los últimos kilómetros son los más complicados”, añade.
Habrá ‘liebres’ en carrera
La organización ha garantizado para todos aquellos atletas que vayan a terminar en torno a las 2 horas y 20 minutos unas ‘liebres’ para que puedan realizar esa marca. Serán mujeres etíopes y keniatas y un grupo de atletas españoles quienes se encargarán de llevar el ritmo adecuado hasta el kilómetro 30. “Luego se retiran y lo que suceda a partir de entonces dependerá de las fuerzas de cada uno”. subraya.
Jordi Bardisa, quien ya ha alcanzado la cuarentena, quiere seguir tres o cuatro años más, “y luego ya veremos. El maratón es una distancia muy bonita, dicen que junto a los 1.500 son las dos pruebas reinas del atletismo. A diferencia de las grandes distancias, aquí son también muchos kilómetros pero a ritmos muy altos y no todos lo consiguen. Es lo que hace de esta carrera muy especial y un reto para cualquiera”, concreta. Su objetivo no será solo hacer marca personal, lograrla también le podría acercar al podio y coger medalla, puesto que el Maratón de Valencia también será campeonato autonómico de la distancia.