El túnel del olvido

No hace falta ser muy listo para darse cuenta de que estamos viviendo en un mundo lleno de violencia, la lacra del terrorismo, disturbios callejeros, en los colegios, en demasiados lugares.

Y ahora en estos momentos podemos ver como una gran masa de gente se aprovecha de unas manifestaciones que están habiendo en Estados Unidos por la muerte violenta de una persona por parte de la policía, para destrozar todo lo que se pone por delante, robar en comercios, grandes superficies, apalear a los dueños, destrozo de coches, ataques a las fuerzas de seguridad americanas e incontables acontecimientos desagradables. Y lo que es peor, con la excusa de la lucha contra el racismo, una vergüenza escudarse en algo tan importante para hacer daño, con un vandalismo desproporcionado.

Incluso en España se han manifestado inmigrantes, llamando a la policía, asesina. A esos mismos defensores de nuestros derechos que se jugaron la vida para salvar la de ellos; se les ha proporcionado todo lo necesario para tener una vida mucho mejor de lo que tenían, pero muy pronto se olvidan de todo lo que se les ha ayudado, por eso no tenemos que pasar por el túnel del olvido. No olvidar los casi 10000 personas que han muerto en residencias de mayores, no olvidarse de todos aquellos que nos dijeron que no pasaba nada, que era una simple gripe, que nos podíamos manifestar y acudir a cualquier acto, que no teníamos ningún peligro, no se puede olvidar que todos aquellos que trabajan en la sanidad sin medios para salvar la vida de los demás ni la suya propia. No podemos olvidar las actuaciones del Estado aprovechando un estado de alarma, cambiando o derogando leyes, expulsando a gente honrada de su trabajo por no querer venderse al ministro de turno, pues todavía quedan personas con honor. No podemos olvidar tantas mentiras ni insultos. No podemos olvidar a nuestros muertos. Tenemos que recordar para no volver a caer nunca más en los mismos problemas. Hay que acabar con la violencia y por desgracia, hay muchos tipos de crueldades, alguna de ellas sin tocar a otra persona pero que hacen un daño que pueden matarte.

Ya nos advierten en el Salmo 11:5 Dios vigila a justos y a malvados, y odia con toda su alma a los violentos.

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