El “todo o nada” de Jorge Pastor
En el deporte de élite no todo es tener talento, muchas veces pasa por estar en el sitio y en momento adecuado. Jorge Pastor está en el lugar idóneo, no así ha conseguido cuadrar sus aspiraciones con los tiempos que establecen el mercado profesional ciclista. “2019 me lo planteo como un todo o nada”, confiesa el alcoyano, de 22 años, que debutará el próximo curso en la categoría élite.
Recién estrenada su mayoría de edad, hace cuatro años, decidió hacer una gran apuesta por ver realizado su gran sueño de niño: ser ciclista profesional. Dejó su casa, el entorno familiar y los amigos, para trasladarse al País Vasco, el lugar que por su forma de sentir el ciclismo ha acunado muchas leyendas de este deporte.
Aquel chaval con ganas de comerse el mundo, ha madurado y ese sueño de niño sigue muy latente, quizás con más fuerza que nunca por haber visto pasar el tren del profesionalismo muy cerca de él, pero sin la inocencia y con una opinión menos ingenua que entonces: “Llegas a una edad que después de tantos sacrificios, de estar tanto tiempo alejado de los tuyos, necesitas plantearte hasta qué punto ser ciclista profesional lo es todo. Antes vivía por y para la bicicleta, pero no todo es ciclismo, la bicicleta es un mundo mucho más amplio y no es solo llegar a ser profesional, hay otras salidas”.
Hecha esta reflexión, impensable hasta no hace mucho, se ha marcado en el nuevo curso como decisivo en su carrera: “Va a ser un año de apostar fuerte, de dar el máximo e intentarlo con todas mis fuerzas. No me gustaría estar por estar. En ese caso, prefería apartarme”, detalla Jorge Pastor, quien reconoce que “mi sueño sigue siendo el mismo, eso no ha cambiado, pero sí mi forma de conseguirlo. Con 18 años lo ves todo fácil, no le dabas importancia a tener que dejar tu casa. Después de cuatro años ese punto de vista ha cambiado y valoras otras cosas que antes no pensabas”.
Foto: Jorge Pastor dejó hace cuatro años nuestra ciudad por el País Vasco para ser profesional del ciclismo.