El retorno festero de Penàguila

Penàguila ha empezado con la cuenta atrás que dará en un mes de agosto donde se volverán a vivir después de dos años de parada las tradicionales fiestas locales del municipio. Tras la pausa de la pandemia provocada por la Covid-19, las ganas y la expectación están al orden del día. Salvador Català, alcalde de Penàguila, confiesa entre risas que “estoy hasta asustado. Hay muchísima expectación por el retorno de las fiestas”.

Así, el viernes 5 de agosto empezaron las ‘Festes dels fadrins’, donde el papel de los más jóvenes es clave. El día empezó con el tradicional pasacalle y la romería en honor a Sant Roc. El sábado, el día continuaba estando dedicado al santo, con la clásica despertada y otro pasacalle. El domingo, el día se le dedicó a la Inmaculada Concepción, con pasacalles, misas y solemnes procesiones, rematando con una discomóvil nocturna.

Después de esto, el mes continuará ofreciendo fiesta con la llegada de ‘la Huità’. A partir del 20 de agosto empiezan ocho días con la girada de la Mare de Déu y a lo largo de la semana se harán octavaris en honor a la Virgen María del Patrocinio. Además, cada noche habrá hogueras, que estarán encargadas por las diferentes asociaciones y familias del pueblo. La ofrenda de flores y Octavari a la Mare de Déu del Miracle, junto a la ‘Nit de l’Olla’ cierran finalmente el sábado 27.

Toda esta intensa ‘Huità’ es el preludio perfecto para los días más importantes con los cuales cerrar el mes. En el día de la Entrada de Moros y Cristianos, el domingo 28, se realizarán varios aperitivos de hermandad entre todas las comparsas, que desfilarán solemnemente por todo el pueblo a lo largo de la tarde. El lunes 29, considerado como el día más grande de las fiestas, la Mare de Déu del Patrocini es la protagonista con numerosos pasacalles, misas y tracas dedicadas en su honor, junto a actuaciones de cuentacuentos y musicales. Finalmente, las fiestas llegarán a su fin con el día de las paellas el martes 30 y el día 31 dedicado enteramente a los niños, con actividades acuáticas durante toda la jornada en la piscina municipal y una última cena de ‘cabasset’ para dar por finalizadas unas fiestas que todo el pueblo estaba esperando.