El resurgir de sus cenizas del squash

El squash tuvo su momento de gloria en los años 80. El interés por practicarlo hizo que afloraran instalaciones por todo el país. Nuestra ciudad no fue ajeno a aquel crecimiento y de la mano de Olympia se convirtió en un deporte de moda con una legión importante de practicantes.Sin embargo, de la misma manera que subió como la espuma, cayó en desgracia a partir de la década de los 90 y desapareció prácticamente con el cambio de siglo.

Muchas pistas de squash se reconvirtieron en instalaciones para otro tipo de prácticas deportivas y en nuestros días son muy pocos centros deportivos que mantienen sus canchas debido a la poca rentabilidad. “El pádel se ha comido más del 50% del pastel de los deportes de raqueta”, asegura Julio Latorre, antiguo jugador de squash e hijo de Julio Latorre Viñes, propetario de Olympia, mítico centro deportivo que acogió toda aquella floración de jugadores en nuestra ciudad en los años 80 y que sigue manteniendo pistas de squash en su complejo del barrio de Santa Rosa.

A raíz de una petición de su hijo, que le pidió que le enseñase a jugar a squash, su cabeza retrocedió dos décadas atrás, cuando con el cambio de siglo se fue a vivir a Barcelona y siguió practicando su deporte.

“Aquello me hizo pensar en todos aquellos jugadores que hicieron grande este deporte en la ciudad”, recuerda Julio Latorre, que se puso manos a la obra y a comienzos de año hubo un encuentro de “viejas glorias” en Olympia. Se organizó una cena en la que asistieron antiguos jugadores como Pablo de Gracia, Vicente Cerdá, Paco Gracia, Juan Eduardo Leiva, Carlos Santamaría, Jaime Pastor o Enrique Ruiz, por citas solo algunos. Aquello fue la llama que encendió el compromiso de recuperar la práctica del squash y mostrarlo a las nuevas generaciones.

Recientemente se disputó el primer social de squash organizado por Olympia. El ganador fue Israel Payá, más conocido por Capone, que derrotó en la final a Borja Mataix. En el cuadro de consolación, el primer puesto era para Marco Nhaculamba, siendo segundo Sergi Latorre. Con este torneo se quiso poner la primera piedra en la recuperación de un deporte totalmente olvidado en nuestra ciudad y que a finales de la década de los 80 y principios de los 90 era muy practicado y llegó a tener reconocidos campeones. El siguiente paso que se quiere dar es la celebración de un torneo Open a vuelta de vacaciones y la creación de una Escuela con la que se quiere captar nuevos talentos.

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