“El público siente la película más allá del final”

Pau Durà ha presentado en los Cines Axion de Alcoy su última película ‘Pájaros’, en salas de todo el país desde el pasado día 5

“El público siente la película más allá del final”
El actor y director Pau Durà, pose junto al cartel de ‘Pájaros’.

Pau Durà presentó el pasado viernes en los Cines Axion de Alcoy su última película ‘Pájaros’, en salas de todo el país desde el pasado día 5. Lo hizo en dos sesiones y con un público entregado, deseoso de dialogar con el director al finalizar cada una de las proyecciones.

Pudimos ‘secuestrarlo’ durante unos minutos para que nos relatara de primera mano las sensaciones que le transmiten los espectadores y las suyas propias, capitaneando un transatlántico en forma de film, “aunque siempre es bonito hablar de ‘Pájaros’.

“El estreno ha ido realmente bien y seguimos en más de cien salas de toda España”, expresó feliz el también actor, porque en cine “está funcionando muy bien, con llenos absolutos, está encantando”.

Además, en las presentaciones recibe el feed-back instantáneo de los asistentes, “algo muy bonito”, por el hecho de que le comentan si les ha gustado y hasta qué punto les ha emocionado: “la gente se va con un excelente sabor de boca y la siente más allá del final”.

Durà confiesa que gusta la forma como concluye las dos historias, la de Mario (Luis Zahera) y Colombo (Javier Gutiérrez), “porque la narrativa son ellos, en una road-movie, con sus propios conflictos, basculando uno y otro, sin ganar ninguno de ellos hasta el final”.

El modo como confluyen los dos, una historia de amistad y cómo nos necesitamos los unos a los otros, “incluso dos personas que no tienen nada entre sí”. Sin embargo, acaban abriéndose.

Drama con toques de comedia
Respecto si el público la califica más como un drama, Pau confiesa que sí, “pero llena de ironía y toques constantes de humor”. También de humanismo, representado en este caso en el papel de Zahera, o en el del padre ausente (Gutiérrez).

“Pero todas las vicisitudes que les ocurren son muy vitales, y los espectadores salen muy contentos del cine”. De hecho, apunta, son dos personajes en crisis, “crisis que no tiene que ver con la tragedia, sino con la vida, que es drama y comedia al mismo tiempo”.

También es un relato de amor, el de Mario por su ‘chica’ y el de Colombo por su hijo, a quien apenas ve. “También con el personaje de Elisabetta (Teresa Saponangelo), con quien vive una breve pero intensa historia de amor”.

Precisamente la italiana interpreta “un secundario de lujo”, determinante en algunos momentos, sobre todo cuando le abre los ojos a Colombo y le recuerda cuáles son sus obligaciones hacia su ‘nuevo amigo’, “porque su defecto, reconoce, es dejar todo a medias”.

Elisabetta representa la serenidad de la película, “después de pasar un viaje ‘chungo” y juega un poco el papel maternal, cuidando a los dos durante la larga parada que realizan en Turín.

Constanza, final de trayecto
El director, rememora, tuvo el placer doble de poder completar el rodaje de una forma cronológica, “cosa muy, muy poco habitual”, y hacerlo en un rincón de Europa tan bonito como es la ciudad rumana de Constanza, de gran atractivo.

“Pasamos también muchos momentos por el Danubio, cruzando el llamado ‘Pont de la Amistad”, señala, antes de destacar planes como el amanecer ante el Mar Negro, “con lo que significa ese mar”.

En la misma Rumanía, tan cerca del conflicto ucraniano, pudieron disponer de varios refugiados, que participan en una parte decisiva. No dudaron, estando en Bucarest, en cambiar el guion, para adaptarse a la realidad de una guerra que dura más de dos años.

Sobre alguna anécdota graciosa, Durà recuerda la fiesta judía, que rodaron en Cataluña, no en Hungría como aparece, “y con 50 argentinos judíos que se hicieron pasar por húngaros”. “No podían hablar y ¡qué difícil fue acallar a medio centenar de argentinos!”, comenta ahora entre risas.

Nuevo proyecto
Finalmente, Pau nos comentó que ya tiene en marcha su próximo proyecto, su cuarta película, “que si todo va bien se rodará a lo largo de 2025, estrenándose posiblemente un año después”.

Será una comedia al más puro estilo Woody Allen, todavía sin título, en la cual se guardará un papel relevante. “Estoy nuevamente muy ilusionado y ya necesito empezar a pensar en la nueva película”, asegura.

Le aseveramos que tendrá la obligación de hacer solo películas del nivel de ‘Pájaros’. “Igualmente me gusta hacer proyectos más pequeños, y estoy muy satisfecho de los trabajos realizados en ‘Formentera Lady’ (2018) y ‘Toscana’ (2022)”, finaliza.

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