El presupuesto 2023 de Banyeres asciende a 9 millones de euros

El Ayuntamiento de Banyeres ha aprobado los presupuestos del 2023 que ascienden a 9.188.910,96 euros. El documento anexa también sus bases de ejecución, la plantilla de personal y el programa anual de contratación. Fue aprobado con el voto favorable del Grupo Municipal de Compromís, la abstención del PSPV-PSOE y el voto en contra del PP.

El alcalde dijo que el Presupuesto 2023 seguía la pauta de ejercicios económicos anteriores. Refirió que las previsiones de ingresos se habían realizado bajo la premisa de la prudencia y que se habían basado en los que se habían liquidado en el año anterior. Recordó que no se habían subido los impuestos en los últimos ocho años lo que irremediablemente “limitaba la capacidad del gasto” y que, a pesar de ello, el consistorio había seguido prestando servicios sin pedir más a los ciudadanos.

Del apartado de gastos apuntó que el capítulo de personal había experimentado un aumento importante como consecuencia de los incrementos decretados por ley, la subida de los costes de la Seguridad Social y el reflejo del coste de los distintos puestos de trabajo, haciendo referencia al paso de plantillas desde el apartado “no estructural” a “estructural” y la recuperación del apartado de la “carrera profesional” que el año pasado tuvo que anularse.

También habló del incremento del coste del mantenimiento del gasto corriente y de los servicios, con especial mención a la multiplicación de los costes energéticos. Señaló la práctica inexistencia de gastos financieros por no haberse contratado operaciones de crédito y citó los que se derivaban del apoyo a asociaciones locales.

También hizo referencia a los capítulos de inversiones donde destacó la que se realizará dentro del Plan Planifica que subvenciona la Diputación para rehabilitar el edificio de la Mútua para convertirse en el nuevo ayuntamiento. Josep Sempere destacó también el carácter social y cultural de los Presupuestos y el impulso que aportaban para el desarrollo de la población en múltiples aspectos.

El PSOE se abstuvo
Desde el PSOE, que se abstuvo a la hora de la votación, se recalcó que el aumento del gasto corriente era elevado y que el futuro gobierno municipal tendría que plantear el “aumento moderado” de las tasas e impuestos, combinando esta medida con el uso del remanente. Recordó, como ya hizo en otras ocasiones, que la Diputación seguía sin dar apoyo al Fondo de Cooperación Local, lo que mermaba los ingresos locales, algo que no ocurría en las poblaciones de las provincias de Valencia y Castellón.

Por su parte, desde las filas del PP se criticó el estado de ejecución del presupuesto pasado año y que las cantidades aprobadas nada tenían que ver con lo que realmente llegó a gastarse, calificando este extremo de “poco riguroso y de una considerable grandilocuencia”. Su portavoz, José Carlos Molina, dijo que se habían aplicado rebajas en numerosas delegaciones y que, sin embargo, se observaban aumentos en otras partidas, incidiendo en el coste de la recogida de basura. Catalogó de “barbaridad” los gastos previstos en personal y de la falta de proyectos, catalogando de “irreal” al conjunto del documento.

Respuesta del alcalde
El alcalde contestó refiriendo que este presupuesto podría utilizarse por cualquier corporación que resulte tras las elecciones. Dijo que un presupuesto era siempre una “línea a seguir” y que podría buscarse en la hemeroteca cómo había gestionado el PP los presupuestos en años pasados y analizar los distintos estados de ejecución. Reprochó al portavoz popular que “no dijera nada” en las Comisiones de Hacienda previas y que el presupuesto era algo “vivo” que debía de adaptarse a cada momento.

Asimismo, recordó que pese no haber subido los impuestos el remanente había seguido subiendo gracias al criterio de prudencia: “empezamos con 2 millones y ahora estamos en 5” y que, si se analizaba la liquidación del año anterior, prácticamente coincidían los gastos e ingresos ejecutados, desmintiendo la falta de rigor de la que se le achacaba.