El Molinar resiste a la sequía y afronta el verano en buen estado

Pese a las precipitaciones de los últimos días, la falta de lluvia es, a punto de terminar el quinto mes del año, una realidad y si comparamos la situación actual con la del año pasado, que fue excepcionalmente húmedo, la diferencia es realmente significativa. Y es que hasta ayer viernes llevábamos recogidos apenas 56 litros por metro cuadrado en Alcoy –según datos registrados por el pluviómetro del Círculo Industrial– mientras que en 2022 a estas alturas de año ya se habían contabilizado 637 litros en la ciudad.
Precisamente por este motivo, y a la vista de las previsiones que apuntan a una recta final de primavera lluviosa, esperando así que mejoren las reservas hídricas, podemos apuntar que los acuíferos están resistiendo y la situación es de normalidad en lo que supone el suministro de agua. En este sentido, tanto desde el Ayuntamiento como desde la empresa concesionaria de la gestión de este servicio, Aqualia, destacan la buena salud del principal manantial que abastece a la ciudad de Alcoy, el Molinar, que representa alrededor del 70% del agua que se consume en el municipio en estos momentos, por lo que afronta el verano en condiciones.
Hay que significar que desde el año 2003 que se tiene registro, el volumen captado del Molinar ha ido descendiendo gradualmente desde los casi 6’8 millones de metros cúbicos de hace veinte años, a los 2’3 millones contabilizados en 2022, último dato disponible. En esto influyen varias cuestiones, no solo la incidencia de las precipitaciones, sino también las medidas de ahorro de agua puestas en marcha, además de las actuaciones y mejoras implementadas en la red de abastecimiento, que permiten una mayor eficiencia y aprovechamiento del propio manantial.
Respecto al nivel medio del acuífero y su situación actual derivada de la sequía que viene padeciendo gran parte del territorio español este año, los datos aportados por la empresa concesionaria reflejan un nivel óptimo del manantial, que se encuentra a 3,7 metros, un valor muy parecido a los 4 metros del año pasado por ahora, a pesar de la diferencia tan abultada de precipitaciones. Matías Serna, jefe de servicio de Aqualia, apunta que hasta 2 metros se considera una altura aceptable.
Cabe recordar que históricamente ha habido épocas en que el manantial no contenía agua –por ejemplo desde mediados de la década de los 90 hasta 2010 aproximadamente– y esto era debido a la sequía que padecía España en aquel momento – lo habitual en Alcoy son unos 500 litros de agua al año– poniendo en serio peligro las reservas hídricas y por tanto, el abastecimiento de la población.
Otra cuestión trascendental hablando del aprovechamiento del acuífero del Molinar es que hasta 1979 las aguas que llegaban a la ciudad lo hacían por gravedad, pero por aquellos años se procedió a realizar un pozo para la extracción de aguas mediante bombas. Según explica el concejal de Obras y Servicios, Jordi Martínez, en aquella intervención fue fundamental la colaboración del Instituto Geológico y Minero de España, que resolvió técnicamente aquel reto al que se enfrentaba el Ayuntamiento de Alcoy, ya que se consideraba que la solución planteada de la excavación de pozos podría representar una amenaza para el manantial, comprometiendo el futuro del principal abastecedor de agua a la ciudad. Finalmente, el proyecto le valió al IGME ser merecedor de la Medalla de Oro de la ciudad.
Esto demuestra, a juicio del concejal, que “a lo largo de los años se han tomado medidas encaminadas a garantizar el suministro, pero sobre todo el perfecto estado de un recurso tan valioso para esta ciudad, y ahora estamos recogiendo los frutos, seguiremos en esta línea”, concluye Martínez.