El guiño cultural del PSOE

Los tres nuevos fichajes del PSOE alcoyano, para su escaparate electoral de mayo, tienen una lectura de guiño a la cultura local, como buscando hacer las paces después de no pocos desencuentros, recogida de firmas y manifiesto en contra. Desde siempre, la cultura ha tenido su afinidad izquierdosa y por eso duele que el único colectivo que abiertamente se ha pronunciado contra un área de gestión municipal sean los de la cultura; no deja de ser una herida abierta en el seno de los socialistas. Había que arreglarlo. Y ahí están Ignacio, Nando y Diana, como tres mosqueteros, dispuestos a poner tiritas donde haga falta. Lógicamente, a los descontentos no les interesan tanto las caras como la gestión, el contenido y los resultados. Pero por alguna parte había que comenzar. Son tres fichajes que no se contraponen con Raúl Llopis, el actual concejal de Cultura, ya que a nadie escapa la afinidad entre ellos. No hay antítesis ni ruptura. La anécdota está en que Raúl repite por tercera vez en el puesto 9. Su número de la suerte aunque tiene poco de delantero centro.

El morbo de los mosqueteros lo pone aquí la figura ancestral de Toni Miró, actual concejal de exposiciones, quien sí que tiene alguna antítesis en la obra y el trabajo pictórico de Ignacio Trelis. ¿Cómo reaccionará Miró? ¿Será compatible? ¿Mantendrá su exclusividad desde la Cátedra?

Las bajas, todas ellas anunciadas de una u otra manera, han sido las de Jordi Silvestre (indispuesto con la Canal), Carol Ortiz (herida con los pajes) y Aranza de Gracia (pequeñita ante el tamaño de los Servicios Sociales). Pero sin rupturas ni malas caras, por eso seguirán en la lista pero en los puestos idílicos del 16, 17 y 18. Aunque no tan idílicos si el resto de partidos se mantienen en el muermo en que parecen instalados.

Y como esperan conseguir al menos dos concejales más de los que tienen ahora, llegan hasta el número 14 con gente que les importan y con las que gobernar. Recuperan, por aclamación popular, a Aroa Mira que irá directa a sus Servicios Sociales del alma, después de cuatro años sabáticos como diputada autonómica. Y ascienden de categoría a Xesca Lloria, hasta ahora jefa de gabinete en la alcaldía con galones de mando en plaza, aunque si no se cumplen las expectativas de la mayoría absoluta la mantendrán en el comando confianza. Jordi Segura, el profesor del Campus, también está en la frontera, con un pie dentro y otro fuera, porque es de los que pierden económicamente con la política. La gran excepción.

¿Mejora la lista del PSOE? Aparentemente sí, porque casi nunca se es igual de civil que con cargo oficial. Y sin desmerecer la voluntad y entrega de quienes no estarán en los puestos de salida, cabe sospechar que es buen material el que nos llega. También es cierto que al ser la primera todavía no hay con quien compararla. La candidatura del PSOE no podemos obviar que es la más difícil de todas, puesto que tienen muchas opciones de gestionar y gobernar. Otras listas no tendrán ese problema y con un par de nombres para la oposición van que chutan.

LO DEL PRINCIPAL SUENA A CÍNICO
El jueves, los militantes del PSOE alcoyano se reunieron en el Teatro Principal para tratar la composición de la candidatura, lo que podría interpretarse como algo cínico. ¿De verdad no había otro sitio? Suponemos que los militantes de más edad se llevarían una rebequita afelpada para no pasar frío. La explicación es que están de obras en la sede y era el único local disponible. Aseguran, que conste, que han pagado la correspondiente tasa por el uso privado de una instalación municipal. Les siguen perdiendo los pequeños detalles de ahí que no deberían descartar en el nuevo gobierno, si ganan, la creación de una concejalía de las pequeñas cosas, como arreglar el bache que hay en el lateral de la Escuela de Idiomas desde hace más de seis meses, eso sí, debidamente señalizado.

TORMENTA CON GRANIZO EN EL CASAL DE SANT JORDI
Y si la recta final de las listas no está provocando apenas contusiones morales en los partidos, transcurriendo los plazos con un aparente mar en calma, donde parece ser que hay tormentas con granizo y amenazas de tsunami embarrado es en la Associació de Sant Jordi. Llevaban ya algún tiempo de tranquilidad y normalidad y no han podido aguantar más, así que el vicepresidente Vicente Bas, durante mucho tiempo un verdadero factotum festero, ha decidido descartar algunas peticiones de su dimisión y alimentar y engordar algo que va innato en los cimientos del Casal: los dos bandos. Y ha encarado toda la artillería amiga hacia el despacho del presidente Juan José Olcina. De momento parece ser que se ha solicitado al Consell de Honor, órgano estatutuario, para que medie en este conflicto que, pese a cuestionarse a un vicepresidente, se pretende silenciar entre las paredes del Casal. Son así.

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