El Dakar en las venas de Víctor González
El alcoyano será el copiloto del melillense Medero
Están siendo semanas vertiginosas para este salmantino afincado en nuestra ciudad hace muchos años. A su participación estos días en la Baja Dehesa de Extremadura, segunda prueba del Campeonato de España de todo terreno, del cual es un asiduo desde hace bastante tiempo, se sumó hace menos de un mes la confirmación de su presencia en el Rally Dakar 2021, encima formando parte de la estructura más potente entre la participación exclusivamente española dentro del equipo FN Speed Team, liderado por Santi Navarro.
“Ha sido como de repente, poder hacer realidad el gran sueño de mi vida”, asegura Víctor González esbozando una sonrisa contagiosa. Este empresario de la alimentación creció empapándose del espíritu que llevó al malogrado Tierry Sabine a poner en 1978 la primera piedra de la leyenda del París-Dakar. Aquella carrera que en su primera edición cruzó toda Francia hasta saltar a África por Algeria para recorrer Níger, Mali, Burkina Faso y terminar en Senegal tras 10.000 kilómetros, revolucionó el mundo del motor de aventuras.
El joven Víctor González soñó muchas veces con emular a aquellos pioneros que cruzaron el desierto en vehículos hechos en su gran mayoría de forma artesanal, lejos de la tecnología y el márketing que envuelve a una de las marcas más globales del mundo del deporte en la actualidad.
Tal fue el impacto, que lo primero que hizo cuando se sacó el carnet de conducir fue comprarse un 4×4. Lo suyo desde bien joven fue la tierra, las piedras y las carreteras de montaña. Pero su gran pasión era el desierto. Sus visitas a Marruecos y Túnez cada vez se extendieron con mayor frecuencia en el tiempo. Se hizo guía de expediciones de todos terrenos y empezó a competir. En 2009 se llevó la victoria en los 1.000 Kasbahs, una de las pruebas más prestigiosas que se celebraba en el desierto de Marruecos hasta su desaparición hace unos pocos años. Tres años antes también consiguió victorias en Túnez.
Su fijación por el Dakar le llevó a comprar el Mitsubishi Pajero con el que dos de los tres componentes de El Tricicle disputaron un par de ediciones del París-Dakar a comienzos de la década de los 90. Con ese vehículo participó en varias ediciones del Campeonato de España de 4×4. Hace unos años decidió venderlo a un comprador de Melilla con el que guardaba una buena relación. Entonces surgió la ida de tomar parte en el Dakar en la categoría paralela a la oficial de clásicos.
Fue la llama que definitivamente terminó de alimentar ese deseo de cumplir ese sueño con el que creció imaginando algún día emular aquellos pioneros de las aventuras por el desierto. Una idea que acabó teniendo escaso recorrido tras la renuncia de quien le acompañaría en estreno en el Dakar. Entonces surgió la llamada que tanto esperó y que ha terminado por cambiarlo todo. Habían sido varios los acercamientos en ciertos círculos del motor de aventuras dejando constar su deseo de no colgar el casco sin haber probado antes la experiencia de correr en la carrera más mítica del mundo.
Víctor González venía de llevarse su mayor alegría dentro de las carreras de todo terreno. El alcoyano lleva años forjando un palmarés más que estimable como piloto en los campeonatos estatales, disciplina que había combinado con alguna incursión como navegante y el pasado año decidió hacer el Nacional como copiloto. Cerró el curso de manera espectacular, proclamándose subcampeón de España en la categoría T1N, en la que participan prototipos evolucionados pero con algunas restricciones, no llegando a ser motores de serie. Cuando descolgó el teléfono al otro lado se encontraba Santi Navarro, toda una personalidad del mundo de los todo terrenos en nuestro país, director y mánager del FN Speed Team, que en la 43 edición del Rally Dakar que se disputa del 3 al 15 de enero en Arabia Saudí desplazará al mayor contingente de pilotos, mecánicos y vehículos de la representación española. El propio Navarro liderará el equipo en SSV junto a su copiloto Marc Solà y en motos tendrá a Jaume Betriu, mejor debutante en la pasada edición, mientras que en coches volverá a contar con Joan Font.
Víctor González, que lucirá el dorsal 414, formará parte de la segunda unidad del equipo, los denominados ‘mochileros’, integrando la primera línea de escuderos de Santi Navarro y Marc Solà, que serán los jefes de filas del FN Speed Team en SSV, que son las iniciales en inglés de ‘Side by Side’ o popularmente conocidos como buggys. El alcoyano será el navegante de Juanmi Fidel Medero, piloto melillense que en la pasada edición fue el primer español en esta categoría. “Nuestro objetivo básico será ayudar a Santi Navarro y Marc Solà, estar siempre atentos a cualquier emergencia que puedan tener, pero a partir de ahí tenemos nuestros propios objetivos. Medero es un piloto reputado que ha conseguido muy buenos resultados en el Dakar. No renunciamos a nada y la ilusión sería poder estar en el podio”, admite.
Su categoría es la de buggys ligeros, que es la que más ha crecido en el tiempo al ser la más divertida y también la más asequible económicamente. El vehículo es un Canam Maverick de 900 kilos de peso y 200 caballos de potencia. No obstante, los participantes en SSV tienen restringida el límite de velocidad a 130 km/h.
Reconoce que las últimas semanas están siendo de auténtica locura. Desde que fue confirmada su participación en octubre pasado no ha parado de recoger información. “Un mal piloto con un buen navegante puede hacer una buena carrera pero al revés, un buen piloto con un mal navegante puede ser un desastre aunque te llames Carlos Sainz o Fernando Alonso. En el Rally de Extremadura vamos con la intención de coger kilómetros y probar por primera vez el road book electrónico que se estrenará en el próximo Dakar”.
Ser un copiloto sin experiencia en esta prueba es algo que le preocupa hasta cierto punto. El alcoyano está convencido de que “lo haré bien, es una gran responsabilidad pero creo que estoy preparado y confío en mi habilidad como navegante después de tantos años de carreras en el desierto”. Lo que realmente le quita el sueño es otra cosa ajena al libro de ruta. Se trata de la climatología con la que se encontrará al llegar a la salida. Los inviernos en Arabia Saudí suelen ser bastante fríos con temperaturas que perfectamente pueden bajar varios grados negativos. “Con todos los que he hablado me dicen lo mismo, que tenga mucha precaución con las bajas temperaturas. Por la pandemia tendremos que dormir en nuestras propias tiendas. Después están los enlaces, habrán días que nos tendremos que subir a un coche descapotable a las 5 de la mañana con 5 o más grados por debajo de 0 y hacer 200 kilómetros hasta la salida, que será ya con una temperatura más llevadera. Habrá que ir preparados y ahora mismo es lo que más me preocupa”, advirtió.