El crecimiento vegetativo negativo en Alcoy solo ha podido compensarse con la llegada de nuevos habitantes

El porcentaje de población foránea ha pasado del 1,2% al 12,6% en dos décadas y media

El crecimiento vegetativo negativo en Alcoy solo ha podido compensarse con la llegada de nuevos habitantes
Gente paseando por una calle de Alcoy.

Desde 1999, cuando apenas 772 extranjeros residían en Alcoy, la población foránea ha crecido de forma notable. El porcentaje ha pasado del 1,2% al 12,6% en dos décadas y media. El crecimiento ha sido constante: en 2014 eran ya el 6,1%, y en 2019 alcanzaban el 7,6%. Este ritmo acelerado refleja no solo una mayor apertura de la ciudad, sino también una necesidad: el crecimiento vegetativo negativo solo puede compensarse con la llegada de nuevos vecinos.

El perfil del migrante también ha cambiado. A los trabajadores de origen latinoamericano de los años 2000 se han sumado hoy jóvenes europeos, familias marroquíes y refugiados venezolanos.

Esta diversidad ha enriquecido el tejido social, ha cambiado el mapa de acentos y sabores, y ha permitido a Alcoy seguir siendo, como en otras épocas industriales, una ciudad de acogida.

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