El coste de la vivienda tiene “frustrados” a los jóvenes
España es el cuarto país europeo más tardío en emancipación
Hace años que quedó atrás la tónica en la que una pareja joven comenzaba su trayectoria laboral, se casaba y se iba a vivir a un piso en propiedad.
La actualidad dice todo lo contrario, y la edad media de emancipación en España no para de subir, estando por encima del promedio europeo.
El último informe de Eurostat –la Oficina Europea de Estadística– sobre este asunto, indica que dicha media en España se situó en 30,4 años en 2023, una décima por encima a la del año anterior.
España es el cuarto país europeo más tardío en emancipación, por detrás tan solo de Croacia (31,8 años), Eslovaquia (31,0) y Grecia (30,6).
El Consejo de la Juventud en España (CJE) destaca que las condiciones de acceso a la vivienda, tanto en alquiler como compra, cada vez son más difíciles debido al constante incremento de los precios, sumado al salario: “el precio de los alquileres subía 2,5 veces más que los salarios de las personas jóvenes” se indica.
TESTIMONIOS DE JÓVENES
Para conocer más de cerca esta realidad, detallamos el caso de varios jóvenes, con distintas situaciones pero que, en ambos casos, no pueden hacer frente a adquirir una vivienda.
M.P. y N.B., son una pareja alcoyana de 32 y 26 años que llevan cuatro años juntos y cuyo deseo es poder independizarse y comenzar una convivencia. Llevan un tiempo buscando pisos tanto en alquiler como compra: “el alquiler es pagar, hacer una inversión, para que después no sea tuyo”, señalan. Sin embargo, cuestionan “quién a nuestra edad tiene ahorros para meterse en una hipoteca. En el tema laboral cada vez empezamos más tarde”.
Y es que, no es un secreto para nadie que la circunstancia más repetida ahora es que, una vez que se finalizan los estudios –si son universitarios más tarde todavía–, se suele tardar varios años en encontrar un trabajo estable, momento a partir del que es factible comenzar a ahorrar si se quiere comprar una vivienda.
La joven pareja comenta que para que esa situación se diese a una edad más temprana tienes que “estar toda la vida sin gastar, y no es lo más común”, haciendo alusión al cambio en las rutinas y preferencias de los más jóvenes respecto a hace unos años.
“Hay que ser conscientes del dinero que hay, y muchas veces, las cuentas no salen”, afirman y apuntan que se sienten “frustrados” al ver los precios actuales: “los alquileres están a partir de 450 euros, que es lo mínimo. Hemos visto también entre 550 y 600 euros por pisos de entre 80 y 100 metros cuadrados”. En el caso de compra: “lo que hay decente es muy caro, y lo que es más económico tienes que hacer una fuerte inversión en reformarlo. Además, los intereses están muy altos y necesitan tener dinero para cubrir el resto de gastos”.
Asimismo, destacan que, por ejemplo, en la zona Centro de Alcoy, se han topado con alquileres que están dirigidos exclusivamente a estudiantes, y cuyos precios pueden rondar entre los 800 o 900 euros, ya que se divide entre varias personas.
Otros casos con los que han dado son pisos muy pequeños y con condiciones cuestionables por 550 euros, sin ascensor y sin plaza de garaje.
“No hay mucha oferta, no hay muchas casas para alquilar que estén en condiciones, las que son más asequibles requieren de una inversión económica”, apuntan.
Este último es el caso de Yaiza Recio, una joven de 32 años que se independizó hace cuatro. Empezó pagando 380 euros por un piso de unos 90 metros de dos habitaciones, un baño, una cocina y dos balcones, que aunque estaba en buenas condiciones, estaba para amueblar y dar de alta los suministros. En la actualidad, el alquiler de 417 euros que paga representa más del 30% de su sueldo: “en aquel entonces los precios no estaban tan altos como ahora, en estos cuatro años han incrementado mucho”.
“Las condiciones de los pisos para comprar también han empeorado. Antes por 100.000 euros podías comprar un piso que estuviese para entrar a vivir, ahora tienes que reformar varias cosas”, señala Yaiza Recio, que está interesada en comprar una casa, para lo que se ha interesado por los avales ICO, pero se encontró con porcentajes mucho más altos que los de un préstamo “normal”. Los cálculos que le salían, a 30 años, eran inviables para su economía, a lo que había que añadirle todos los impuestos y extras que se deben de pagar en la transacción de comprar una vivienda.