El Ayuntamiento cuenta con 600 nichos construidos y unos 300 recuperados en cinco años

El cementerio es una instalación municipal que requiere de una gestión y una atención continuada, ya que no puede crecer de manera indefinida y sin que este crecimiento se haga de una manera racionalizada. Además de una política de construcción de nichos y columbarios en las zonas en las que había espacio para ello (208 nichos en 2016, 80 y 120 columbarios en 2017, 128 en 2018, 80 en 2019, y otros 80 en 2020), se ha llevado a cabo una importante labor administrativa que se ha dirigido en dos líneas.

Existe una primera línea de rescate de concesiones de nichos vacíos que estaban sin utilizar. Hay contabilizados unos 600 nichos y se ha desplegado un complejo procedimiento administrativo que ha permitido al Ayuntamiento ir recuperando estos nichos, compensando a los concesionarios con un precio acorde en función del tiempo que quedaba de concesión y de las características del nicho a rescatar.

En este sentido, se han podido recuperar ya un total de 282 nichos desde que se inició el proceso, estando previsto rescatar otros 34 a principios de 2021. Esta medida permite al Ayuntamiento recuperar nichos con un coste cuatro veces menor de lo que supondría construirlos de nuevo.

La otra línea de trabajo consiste en la reconstrucción de bloques de nichos muy antiguos que requieren de una remodelación integral. En concreto, los bloques del 1 al 14, donde se decretó que no era posible enterrar más y se ha implantado un procedimiento para poder ir liberándolos conforme se va teniendo espacio en el resto del cementerio de cara a proceder a la reconstrucción de estos bloques.

Se trata de una gestión larga y laboriosa a nivel administrativo, pero la idea es que a finales de 2021 o principios de 2022 se pueda realizar la demolición y posterior construcción de alguno de los bloques que se haya logrado vaciar. De momento se han podido liberar 90 nichos.

INVERSIÓN DE 600.000 EUROS EN MEJORAS

Por tanto, en el cementerio municipal no solo se ha optado por ampliar la capacidad a base de construir nuevos emplazamientos, tal y como venía siendo habitual; sino que la política de gestión se ha encaminado también a la realización de un trabajo administrativo dirigido a impulsar un crecimiento sostenible en el tiempo, entendido este como una “gestión responsable” de la instalación, explican desde el departamento de Obras y Servicios.

A grandes rasgos, la inversión en los últimos cinco años ha sido de 300.000 euros destinados a la construcción de nichos y columbarios; y otros 150.000 para reformas en el cementerio: reparación de cubiertas, mejoras en aceras, la sala de despedida y la zona de cámaras; adaptación de la accesibilidad en el cementerio civil, así como la ampliación de accesos, entre otras actuaciones. Todo ello, sumado al coste que ha supuesto hasta ahora la recuperación de nichos, eleva la inversión a 600.000 euros en cinco años.

LA COVID INCREMENTA LAS INCINERACIONES

Hasta el momento la pandemia se ha cobrado la vida de 81 personas en Alcoy. Los 73 fallecimientos registrados en la residencia Domus Vi alteraron las cifras de defunción habituales durante los meses de marzo y abril, de forma que de 80 muertos se pasó a 118 en marzo de 2019, y de 67 en abril del año pasado, en este 2020 se alcanzaron los 99 fallecidos.
Ello ha hecho que el cómputo global de inhumaciones en el cementerio haya crecido este año un 11’5%, pasando de 640 difuntos entre enero y septiembre del año pasado, a los 714 actuales.

También la crisis sanitaria ha comportado un incremento de las incineraciones, ya que mientras en todo el 2019 se contabilizaron un total de 317, en estos momentos (a fecha de 15 de octubre) se llevan registradas ya 306. Aproximadamente el 40% de los fallecimientos opta por la incineración y con el coronavirus esta posibilidad parece que ha cobrado mayor protagonismo.