El CD Alcoyano viaja con equipaje ligero
La última victoria ante el Aragón ha relajado el ambiente de tensión que se estaba viviendo ante la necesidad de ganar partidos y durante la semana se han podido ver otros semblantes en torno al equipo. Aunque la situación sigue siendo delicada y no admite relajación, es cierto que en el equipaje del Deportivo no existe esa pesada carga de tantos partidos quedándose en la orilla o en los que acabó ahogándose, como le sucedió en más de una ocasión en el Collao, donde los blanquiazules acumularon una vuelta entera sin conseguir la victoria.
La visita de mañana (12 horas) a Peralada –la primera vez que el Deportivo juega en esta pequeña población de apenas 2.000 habitantes situada a 49 kilómetros al norte de Girona–, se presenta como una oportunidad única para de una vez por todas alejarse del precipicio y afrontar este final de temporada sin la angustia de las últimas jornadas. “Ganar no sería definitivo, pero sí un respiro muy grande y virtualmente las cosas se pondrían muy bien para nosotros. Saldremos a por la victoria, no hacerlo sería una falta de respeto a la entidad y a la plantilla que somos”, declaraba ayer Ribelles.
En juego no solo está poder adelantar a un rival que ahora mismo figura un punto por encima en la tabla, sino también el goal-average después que el equipo del alcoyano Pablo Carbonell ganara 0-2 en el Collao. “Tenemos esas ganas especiales por lo que sucedió en la primera vuelta y la posibilidad de devolverles la moneda. En aquel partido compitieron muy bien contra nosotros. Son un filial atípico, fuertes físicamente que los hace distintos”, añadió el mediocentro.
Por primera desde que Mario Barreda cogió las riendas del equipo hace seis partidos, el técnico hispano-argentino tendrá que hacer algún descarte para completar la convocatoria. Son baja Galas y Alarcón, ambos por lesión, pero la enfermería vuelve aclararse tras las altas de Nieto y Eldin, quien desde enero que no jugaba, además que vuelven los sancionados Mariano y Álvaro. “Son jugadores de mucha calidad que nos van a dar un plus, pero aún no están para jugar un partido completo”, precisó el técnico.
Por cierto, que el entrenador aprovechó la rueda de prensa de ayer para pedir disculpas a la afición tras el revuelo que esta semana se ha montado en las redes sociales por sus palabras tras el partido criticando al actitud de la afición con el marcador en contra. “Me equivoqué, no soy quien para pedir que se comporten de una manera u otra”, zanjó. Dicho esto, reconoció que la semana se ha vivido de una manera diferente tras el 3-2 contra el Aragón. “Estamos más tranquilos, ha servido para oxigenar el ambiente, aunque no fue un buen partido, nos quedamos con el resultado que era lo que nos hacía más falta”.
Donde no quiso pronunciarse es acerca de su continuidad o no en el equipo cuando muchos clubes empiezan ya a planificar la próxima temporada. Mario Barrera apuntó que “ahora mismo no quiero ponerme delante, lo más importante es que el club se recupere del mal año que ha tenido. Vine aquí por lo que resta de temporada, si luego me tengo que ir, seguiré como estaba pero ahora mismo no me planteo más allá del próximo partido del equipo. Sé cómo funciona el fútbol”.