El capitán del Patín Alcodiam de aquel Enrile campeón puede perderse la Copa de la Princesa
Pere Cañellas lleva escayolado desde la pasada semana y hasta el 20 de abril no sabrá si su pie está en condiciones para poder jugar a mediados de mayo
Si hay alguien que sigue recordando aquel 9 de febrero de 2014 como si fuera ayer es Pere Cañellas. El capitán del Patín Alcodiam ese día vivió de manera especial la explosión de júbilo que acompañó la celebración del título. Fue él quien recogió la copa con todo el pabellón puesto en pie. Más de siete años después de aquel día que se escribió con letras de oro en la historia del Patín Alcodiam, Pere Cañellas sigue formando parte de la plantilla azulgrana y es el único superviviente de aquel equipo campeón.
Sin embargo, el 5 azulgrana podría perderse la cita y tener que conformarse con apoyar a sus compañeros desde la grada. La pasada semana recibió con cierto sabor agridulce la confirmación de la designación de nuestra ciudad de la próxima edición de la Copa de la Princesa. Cuando vio que su celebración iba a ser en mayo en vez de junio, su alegría se tornó en cierta desilusión porque su presencia en el torneo ahora mismo está en el aire. Todo dependerá de la evolución de la lesión en su pie derecho. Pere Cañellas lleva escayolado desde la pasada semana y hasta el 20 de abril no sabrá si su pie está en condiciones para poder jugar a mediados de mayo. “Muy justo lo veo pero no quiero obsesionarme. Voy a ir paso a paso y tengo mucha ilusión, para mi supone mucho que el Alcodiam pueda volver a ganar otro título en casa, pero quiero ser prudente y no sea que luego me lleve el chasco y sea peor. No soy un chaval de 25 años y lo primero es curarme bien. Tengo una edad pero me veo con fuerzas para seguir otro año en activo y me gustaría que fuera en la OK Liga”, explica un Pere Cañellas que deberá permanecer seis semanas sin mover el pie.
El Patín Alcodiam regresó del último partido en Arenys con una doble cicatriz. Por un lado la primera derrota tras 25 partidos, por otro la lesión de Pere Cañellas. Un disparo potente de un rival impactó bruscamente en su pie derecho. El diagnóstico, rotura del quinto metatarsiano y escayola. Pese al intenso dolor, siguió jugando la segunda parte. “Le dije a Lorenzo Pastor que si paraba, no iba a poder continuar, así que como pude me mantuve en pista. Llegar a casa tras el partido fue una odisea. No pude descansar y como el dolor era cada vez más intenso, decidí levantarme de la cama para ir al hospital, que fue donde me dijeron que tenía el hueso roto”, desvela. Le preocupa no poder ayudar a sus compañeros en el tramo más decisivo de la temporada. “Ha sido un palo tremendo. Me tocó mucho la moral pero al mismo tiempo estoy tranquilo, sé que el equipo lo conseguirá y estaremos pronto en OK Liga. Confío mucho en mis compañeros”, subrayó.