El Campus Jorge Molina reúne a dos jornaleros del gol
El exinternacional Jaime Mata, compañero del alcoyano en el Getafe y nuevo jugador de Las Palmas, estuvo unas horas en nuestra ciudad
Nunca tuvieron un apellido que llamara la atención de las muchas agencias que captan a las futuras promesas mundiales, ni tampoco pasaron por una formación futbolística con pedegrí, esa que lleva a los jugadores a pasar el filtro de las mejores canteras del país para terminar jugando en la élite.
Ellos lo hicieron, es algo de lo que siempre podrán presumir y no pocas temporadas, más de lo que esperaban cuando sus carreras arrancaban, pero lo cierto es que como jornaleros del gol, nunca lo tuvieron fácil. Uno tocó el cielo una noche de marzo en 2019 en Mestalla cuando a dos minutos del final sustituyó a Morata y debutó como internacional frente a Noruega. El otro, estuvo muy cerca de conseguirlo, la afición del Getafe le recordaba “¡Jorge Molina, Selección!” cada dos semanas a Luis Enrique. Era la pareja de moda de aquel EuroGeta de la exitosa primera etapa de Bordalás en el club madrileño.
Aquellos días de vino y rosas sembraron una amistad inquebrantable que, años después, aún perdura, pese a que el fútbol acabó llevándoles por caminos distintos. La pasada semana, el Campus Jorge Molina volvió a unirles. Jaime Mata, camino ya de los 36 años, apura su longeva carrera futbolística en Las Palmas, tras dejar este verano su querido Geta después de seis temporadas como azulón.
Jorge Molina, que el 22 de abril pasado cumplió 42 primaveras, hace ya cuatro años que abandonó el Coliseum para mudarse a la histórica Granada, donde el verano pasado colgó las botas y ahora espera que le llegue la oportunidad de estrenarse en un banquillo del fútbol profesional.
Jaume Mata pisaba otra vez una tierra en la que causó estragos la última vez que jugó en el Collao. Fue hace justo diez años, con el Lleida que entrenaba Toni Seligrat. Eran las últimas jornadas de la temporada 2013/14 y quien ganaba metía la cabeza en el play-off. El cuadro catalán venció 0-1 al Deportivo por aquel entonces entrenado por David Porras con un gol precisamente de Jaime Mata, que aquella tarde volvió loco a la zaga blanquiazul.
El madrileño fichó aquel verano por el Girona, que por entonces engrosaba la nómina de equipos de Segunda División. Fue el despegue de una carrera que le llevó a jugar dos años después en el Valladolid y de allí al EuroGeta. Jaime Mata no paró de firmar autógrafos y de fotografiarse junto a Jorge Molina, su alma gemela.
Su presencia en el Campus no estaba segura, fue después de confirmarse su fichaje por Las Palmas cuando pudo aplazar un par de días su llegada a las islas afortunadas y atender la llamada de su viejo amigo de vestuario para poder estar unas horas en nuestra ciudad. Un gesto que agradecieron los más de 80 niños participantes en el Campus Jorge Molina, en una edición de transición como aperitivo a lo que será la próxima, en la que se conmemorarán los 25 años, algo de lo que solo puede presumir el Campus que apadrina Juan Señor, el autor del 12-1 a Malta.
En esta edición, por motivos ajenos a la organización, se ha tenido que prescindir de la modalidad de pensión completa, lo que ha restado la llegada de inscripciones de fuera de nuestra ciudad, aunque alguna ha habido, en concreto cuatro niños de Alicante, que han ido y venido los cinco días del Campus.