El campanario de Muro recuperará su ‘matraca’ para Semana Santa
Campaners del Comtat ha encargado la restauración de esta pieza
La agrupación de ‘Campaners del Comtat’ sigue trabajando para poner en valor el patrimonio de nuestras comarcas, vinculado a las campanas, y uno de los últimos proyectos en los que están inmersos es la recuperación de la ‘matraca’ que se escuchaba antiguamente en la torre de la Parroquia de San Juan Bautista de Muro.
Esta pieza tiene un simbolismo especial, puesto que era el instrumento que se hacía sonar entre el Jueves y el Sábado Santo para avisar a los fieles de los cultos, sustituyendo así el tañido habitual de los bronces, los cuales estaban en silencio en esos días centrales de Semana Santa en señal de duelo por la muerte de Cristo. La citada ‘matraca’ fue bajada del campanario meses atrás de cara a asegurar su conservación y ahora ha sido enviada a un taller para que acometa la correspondiente restauración. El siguiente paso será devolverla a su lugar de origen con la intención de que vuelva a repicar el próximo mes de abril tras varios años en desuso.
“Son unos instrumentos de madera constituidos por una rueda de tablas fijas entre las que cuelgan unas mazas, las cuales producen un ruido fuerte al percutir cuando giran sobre sí mismas. Estas empezaban a sonar el Jueves Santo, después de cantarse el Gloria en la misa de la tarde, y seguían repicando en señal de luto hasta antes de la Vigilia Pascual que conmemora la Resurrección. En muchos de nuestros pueblos este sonido se reproducía también en las calles, con tablones de madera o carracas de mano, con la misma finalidad que se empleaban en los toques de campana habituales. De esta forma los vecinos y vecinas tenían claro que eran días de recogimiento con motivo de la Semana Santa y sabían los horarios de los actos religiosos debido a que en esas jornadas no tocaban las campanas como suele hacerse siempre”, explicaba al respecto Josep Jordà i Sala, miembro de la Colla de Campaners del Comtat, durante las visitas guiadas efectuadas al campanario del municipio en la última edición de la Fireta de Sant Antoni.
La ‘matraca’, una vez restaurada, será la segunda que tenga Muro después de la que se conserva en la iglesia de la pedanía de Turballos.