El Ayuntamiento reparará la ladera de La Beniata de forma subsidiaria
El diagnóstico revela que los terrenos son estables interiormente y los desprendimientos superficiales
El Ayuntamiento ha comunicado su intención de actuar de forma subsidiaria para evitar más desprendimientos en la ladera de La Beniata, una actuación que será provisional para garantizar la seguridad mientras se diseña un proyecto de envergadura que se llevaría a cabo a medio-largo plazo conjuntamente con la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), propietaria de estos terrenos recayentes a la calle Alicante. Es por este motivo que los trabajos serán a cargo del Ayuntamiento y con carácter subsidiario, ya que debería ser la UPV la que asumiera la intervención y el coste de la misma, que se calcula entre 80.000 y 100.000 euros.
Cabe recordar que los desprendimientos que obligaron a clausurar la vía se produjeron la tarde del 7 de abril, tras un episodio de lluvias torrenciales. Desde entonces, Ayuntamiento y Universidad han mantenido varios encuentros de cara a alcanzar un acuerdo y plantear la solución definitiva, una cuestión que aún no ha sido posible, puesto que según indica el vicealcalde y concejal de Urbanismo, Jordi Martínez, los plazos que maneja la UPV exceden del “tiempo que nosotros consideramos razonable –remarca el edil– sobre todo teniendo en cuenta la preocupación lógica de los vecinos y que en los próximos meses se esperan lluvias”.
No obstante, Martínez aclara que la situación de La Beniata dista del estado en que se encuentra la ladera del polígono Santiago Payá, que también registró graves corrimientos de tierra a consecuencia de las fuertes lluvias de la pasada primavera. Acompañado por el ingeniero municipal Paco Muñoz y apoyándose en planos y mediciones realizadas por los propios técnicos municipales, el concejal ha explicado que mientras la ladera del Santiago Payá sí sufre un desplazamiento a nivel interno, en el caso de La Beniata el diagnóstico revela que los movimientos de tierra son superficiales, con lo que la ladera en principio no corre peligro de venirse abajo.
Por ello, la solución que pretende adoptarse consistirá en el mallado de la ladera desde la parte superior, de modo que el terreno quede sujeto y sin posibilidad de derrumbes. El Ayuntamiento dispone de una memoria valorada donde se establece que está es la mejor opción, así como el coste aproximado de la obra, si bien se contratará un equipo especializado en geotecnia para redactar un proyecto acorde a las necesidades.
El Ayuntamiento tiene previsto mantener una reunión con los vecinos, los próximos días, de cara a trasladarles toda la información. Martínez prevé que teniendo en cuenta los plazos de redacción del proyecto, licitación de la obra y ejecución, la actuación podría estar completada a principios del próximo año.
Esta solución, sin embargo, ha sido calificada por Compromís como una “chapuza” y exigen una actuación “definitiva” que acabe con el problema. Critican que en seis años que llevan habiendo desprendimientos no haya sido posible hasta el momento.