El Alcoyano tiene licencia para soñar
La victoria en Mérida ha disparado las expectativas a diez jornadas para el final
A diez jornadas para el final de la liga el Alcoyano se encuentra en una situación en la tabla que hubiera firmado con los ojos cerrados cuando comenzó la competición. Está lo suficientemente alejado para no sentir los escalofríos del descenso y tiene el play-off a una distancia prudente para empezar a ilusionarse en el tramo más importante de la temporada.
Si la victoria de hace dos semanas frente al líder Castellón sirvió para quitarse el mal sabor de boca que dejaron las visitas de Murcia y Málaga, el triunfo en Mérida ha sido el empujón que los de Vicente Parras necesitaban para tener licencia para soñar. Son de esas victorias que marcan para bien, que no dejan el más mínimo resquicio a la duda, con todo un equipo remando hasta el pitido final ante un rival que hasta que no vio el 1-3 se resistió a bajar los brazos y entregar el partido.
Otro buen detalle fue la actitud con la que saltó Pablo Ganet al terreno de juego, como último cambio y después de quedarse sin jugar ante el Castellón. El hispanoguineano dio la asistencia con la que Álvaro Vega anotó el tercero de cabeza y sentenciaba el choque en el Romano José Fouto. Habla mucho de la implicación que hay ahora mismo en esta plantilla.
Tres exblanquiazules
Pero en la Primera Federación no hay dos partidos iguales y cada equipo es un mundo distinto. Mañana (12 horas) llega el At. Baleares al Collao en la vuelta de los partidos matutinos en casa.
Desde noviembre pasado que el Alcoyano no jugaba como local en sesión matinal. El cuadro balear, que cuenta en sus filas con los exblanquiazules Raúl González, Jero y Campabadal, se presentan a esta cita muy exigido. Acaba de echar a la calle a su segundo entrenador y van por el tercero.
Su apuesta ha sido un viejo zorro de los banquillos como Jaume Mut, que a lo largo de tres décadas de trayectoria ha entrenado a casi todos los equipos del fútbol balear y que tratará de encontrar la pócima mágica que evite el descenso de una plantilla hecha para objetivos más ambiciosos pero que se mueve como un elefante en una cacharrería con el descenso pisándole los talones.
Solo un gol tempranero evitaría lo que muchos pronostican como un partido cerrado y cocinado a fuego lento. En el Alcoyano, Vicente Parras deberá echar mano otra vez a la polivalencia de la plantilla para adaptar a jugadores a otras posiciones distintas.
Es el caso de Javi Antón, que desde que llegó al Alcoyano en enero se ha desenvuelto de lateral por la banda derecha, de extremo y con las lesiones de Nieto y Farru, viene siendo el recurso de urgencia que el técnico utiliza para ocupar ocupar el carril izquierdo.
Ninguno de los dos estará en condiciones de volver a la convocatoria, igual que Kike Carrasco también se pierde este partido por lesión.
El único que regresa es Primi tras cumplir sanción. Lo normal es que el ilicitano vuelva al eje de la zaga pero habrá que ver que decide finalmente Parras después del magnífico rendimiento que ofreció la pareja Álvaro Vega-Javi Jiménez, claves en la victoria blanquiazul en el Romano José Fouto.