“El Alcoyano debe de ser de los alcoyanos y no marcharse de aquí”
Nadie mejor que Toni Justicia ejemplariza ese propósito de abrir nuevos horizontes y embarcarse en otros proyectos vitales
Ninguno de los tópicos que acompañan al prototipo de presidente de un club de fútbol se ajustan al perfil de Toni Justicia, nuevo presidente del Alcoyano. Ni es socio de toda la vida, ni ha jugado al fútbol, ni en su familia hay tradición por seguir al Deportivo, ni es constructor, ni tampoco es un empresario de éxito. Ha sido el tiempo, las amistades que ha ido granjeando en los últimos años, los que han llevado a este jienense de cuna pero alcoyano de corazón, que tiene 44 años, está casado y tiene un hijo de 13, hasta alcanzar una poltrona que hasta no hace mucho era un signo de distinción, porque el Alcoyano junto con la Festa y la industria textil, eran tres de los mayores orgullos de esta ciudad. Ese concepto ha cambiado, sobre todo en los últimos tiempos, donde el Deportivo ha vivido de espaldas a la sociedad alcoyana, una concepción que el nuevo presidente pretende desterrar y cambiar de paso la cara de unos de nuestros símbolos identitarios.
–¿Quién es Toni Justicia?
–Soy un trabajador normal que tiene una pequeña empresa relacionada con las telecomunicaciones que se levanta todos los días con la intención de llevar un suelo a casa. Nací en Huelma, un pequeño pueblo de la provincia de Jaén, aunque me considero alcoyano por los cuatro costados porque a los 2 años me vine para Alcoy, y aquí me crié. Me gusta el Alcoyano pero no soy el típico forofo, solo jugué algo al fútbol sala con los amigos, pero no me considero un entendido.
– ¿Cómo llega al Alcoyano?
–Mi relación con el club se remonta a la etapa de Segunda División. Por mi empresa me piden empezar a colaborar porque estar en el fútbol profesional requiere de una serie de requisitos en cuanto a conexiones telefónicas que el club no disponía. A partir de entonces empiezo a conocer gente y van pasando los años, hasta que me proponen entrar a formar parte de la Fundación como secretario, pero ni mi hijo jugaba al fútbol, ni yo entiendo demasiado de fútbol, aunque sí es verdad que tengo un hermano que estaba como entrenador de porteros. Son Josele González y Héctor Rúa quienes hablan conmigo. Fueron dos años en los que se trabajó intensamente, la Fundación venía de dar números negativos y se consigue revertir la situación para presentar un balance positivo, algo que hacía tiempo que no se conseguía.
–Ese estar en segunda fila, sufre un giro de 180 grados cuando su nombre empieza a estar sobre la mesa como sustituto de Juan Serrano, al que empujan a dimitir, ¿cómo lo viviste?
–Fui el primer sorprendido cuando escuché por primera vez mi nombre. No es algo que estuviera buscando. En mi proyecto de vida no estaba ser presidente del Alcoyano. Si alguien me dice hace dos o tres meses que yo iba a ser el elegido, le digo que estaba loco. Yo vengo de un mundo distinto al del fútbol. Aquí dos y dos nunca son cuatro aunque dos más uno más uno pueden acabar siendo cuatro.
–Si en el mundo del fútbol es todo un neófito, en cambio es una cara muy conocida dentro de la Festa, donde ha ocupado y sigue ocupando cargos relevantes, no solo a nivel de la Filà Andaluces sino en la Associació
–Si para mi el Alcoyano es un reto, el mundo de la Festa reconozco que su momento fue un objetivo. Desde que entré en 2005 como secretario de mi filà, empecé a entender que la visión que se tiene de la Festa es completamente distinta del fester de a pie. Entonces tuve claro que quería ser primer Tro, pero no por ego personal, sino con la intención de trabajar y aportar mis ideas. En mayo pasado se acababa mi mandato de cuatro años, que es algo en lo que insistí cuando llegué a primer Tro. Soy de los que piensaque las personas no deben perpetuarse en los cargos, se corre el peligro de que las ideas se acaben y entonces vienen los problemas. Consideraron que como las fiestas se suspendieron, también se aplazó hasta las siguientes que yo deje de ser primer Tro. También soy el presidente en las reuniones de Primers Trons en la Associació. Es un cargo más testimonial que otra cosa.
–¿Y qué hace un primer Tro de presidente del Alcoyano?
–De momento aplicar toda mi experiencia en el mundo de la Festa a mi nuevo cargo. Igual que un primer Tro debe contar con su Junta Directiva para tomar decisiones, en el Alcoyano debe pasar lo mismo. En el poco tiempo que llevo en el club se ha reunido más veces el Consejo de Administración que en seis años. No se presentaba ningún balance ni se hacían presupuestos. Necesitamos hacer la fotografía actual del club, seguramente lo que saldrá no gustará mucho, pero hay que hacerla. Al aficionado hay que decirle la verdad, ser trasparentes, lo que no podemos es ocultar las cosas.
–¿Hubo muchas dudas en todo el proceso que culmina con aceptar el cargo?
–Muchas no, muchísimas por la situación económica de la entidad y la información que te iba llegando. Cada cajón que abrías, era una nueva sorpresa. Si algo no me ha preocupado en esta vida, es trabajar, Me considero un trabajador nato y con esa idea he aceptado el cargo. Lo primero que hice fue marcarme una hoja de ruta, seguir un camino. Ahora bien, no quiero hacerlo solo y que solo valgan mis decisiones. Para mí ha sido muy importante saber que detrás tengo el respaldo de la SAD y de personas que están dispuestas a que todo vaya bien. El Alcoyano no está muerto como algunos creen, simplemente lleva un tiempo dormido y hay que despertarlo. Es un club con unas posibilidades enormes.
–¿Qué puntos aparecen en rojo en esa hoja de ruta?
–Sobre todo me gustaría devolver el club a la afición, que vuelva esa ilusión por el Alcoyano y que la ciudad se sienta orgullosa de su equipo de fútbol. Hay mucha gente que le gusta el fútbol y el Alcoyano y que ha dejado de ser socio por cosas que para muchos son insignificantes, pero que para ellos tienen mucha importancia. Hay algunas ideas sobre la mesa, se van a buscar fórmulas, aunque tampoco la situación ayuda. El Alcoyano debe ser cosa de mucha gente, no solo de unos pocos. Tengo claro que no es una cuestión de unos cuantos días, esto va para largo, habrá que tocar muchas puertas y de persistir.
–¿La delicada situación económica de la tesorería del club invita a pensar que el Alcoyano puede acabar marchándose de la ciudad?
–Una de las razones por las que he aceptado la presidencia es porque tengo ese punto romántico de creer que el Alcoyano debe de ser de los alcoyanos y de aquí no debe moverse. Es cierto que han habido movimientos, se han producido contactos, pero todo eso ha quedado en el cajón. La situación económica del club es delicada, complicada en el día a día. Estamos pendientes de convocar una Junta Extraordinaria de Accionistas para abrir la nueva etapa. Necesitamos ponernos al día en la parte mercantil. En estos años han habido dos ampliaciones de capital y la situación requiere poner orden en la entidad para poder hacer una foto real y saber en qué punto estamos. Después daremos todas las explicaciones públicas que haga falta, no hay nada que ocultar.
–¿En todo este proceso de cambio cuál es el papel de Miguel Hita?
–Una parte muy importante. Aunque él sea uno de los principales accionistas, tengo que aclarar que la mayoría del accionariado sigue siendo de Alcoy. Llevo poco tiempo en el club y estoy conociéndolo. Quizás se ha trasladado de él una imagen que no se corresponde a la realidad. Tampoco quiero decir con ello que sea el gran salvador. Cuando el club ha necesitado de él, siempre ha estado ahí y hay que valorarlo. No le veo como una persona que teniendo un paquete importante de acciones tenga la intención de hacer lo que le dé la gana. Es más, en las reuniones que he asistido estando él, siempre se ha brindado a hacer lo que la mayoría quería. Es una persona de fútbol, alguien con una visión diferente a la mía, más apasionada, que se extraña como muchos que el Alcoyano sea más valorado fuera de Alcoy que en nuestra propia ciudad. Él es de fuera y no lo entiende. Le gustaría que hubiera otra percepción del club entre nosotros. Tampoco he visto en él esa visión de querer aspirar a ser el propietario del club y ganar dinero. Le veo más como una persona dispuesta a ayudar.
–Si económicamente el club debe cargar con una deuda superior al millón de euros, la pandemia ha llegado para poner las cosas aún más difíciles
– La sensación de vacío que tuve el otro día al salir hacia el palco en la eliminatoria contra el Huesca, que fue el partido de mi estreno como presidente, será algo que no olvidaré nunca. Caminar con el presidente del Huesca y ver las gradas sin público fue descorazonador. Tienes ideas, quieres hacer cosas, pero no puedes preparar ni siquiera un desplazamiento para que tu afición pueda acompañar al equipo en el derbi de mañana contra el Hércules.