Disputar un Mundial con la Selección Española cobrando solo dietas
La alcoyana Lara Selva es la abanderada del Alcoyano Femenino
Seguramente si a Lara Selva le hubiese movido el dinero para hacer deporte ahora mismo estaría en su casa cómodamente sentada en el sofá mirando una serie por televisión. Pero esta alcoyana se levanta cada día y planifica su jornada en función de sacar tiempo extra para practicar deporte. “Mi vida no se entendería sin hacer deporte. Forma parte de mí y de mi estilo de vida”, explica sin complejos, a sus 37 años y teniendo claro que aún no le ha puesto fecha de caducidad a su pasión. “Con algunas con las que me cambio en el vestuario podrían ser perfectamente mis hijas. Me lo han dicho más de una vez, ¿hasta cuándo? Siempre digo lo mismo, mientras el cuerpo aguante, seguiré haciendo deporte. Es mi pasión”, confiesa. Hace tres veranos, a comienzos de septiembre de 2017, se subía al tercer escalón del podio con la Selección Española en los Juegos Mundiales de deportes sobre patines que se celebraron en China. Nunca cobró nada. “Cuando voy con la Selección solo nos pagan dietas o kilometraje. Al menos no nos hacen pagar. Aunque fuimos las chicas quienes introducimos el roller derby en España, nos tratan igual que a los chicos. Ahí no tenemos ninguna queja. Es un deporte nuevo y lo normal es que no te paguen”, resuelve la alcoyana.
Pero Lara Selva compagina la práctica del roller derby con jugar al fútbol, su pasión desde bien pequeña. Es la abanderada del Alcoyano Femenino, del que fue la pasada temporada su máxima goleador y pilar del ascenso a Primera Regional, el segundo escalón del fútbol femenino en la Comunidad. “En fútbol las chicas estamos a años luz de los chicos. Aquí luchamos porque jugar no nos cueste dinero del bolsillo jugar. Recuerdo cuando era pequeña que no podía jugar, solo entrenar porque no había equipos”. Su brillante temporada del pasado curso llamó la atención de clubes de superior categoría que le propusieron fichar. Hizo una prueba pero más por orgullo personal que por querer cambiar de aires. “Quería verme junto a jugadoras de otras categorías y salí muy contenta. Quizás con otra edad me lo hubiera planteado pero aquí tengo mi vida. Entrenar de noche, vuelta desde Alicante, desplazamientos… También el proyecto del Alcoyano es bonito, con jugadoras muy jovencitas. Me alegro que lo que sembramos las que empezamos a jugar antes ahora lo recojan las nuevas generaciones. Se está avanzando bastante, pero queda mucho trabajo por hacer. El deporte femenino va ganando reconocimiento, aún poco a poco, pero las diferencias siguen siendo abismales con respecto al masculino”.