Diez años temiendo que la ladera se les viniera encima… y ocurrió
El martes se cumplían diez años del cierre del puente de acceso al Santiago Payá por estar en malas condiciones. Un día después colapsaba la ladera sobre Sant Benet
Después de que una empresa nos alertase de que la ladera recayente a Sant Benet amenaza con venirse abajo sobre sus naves, El Nostre Ciutat acudía a visitar las instalaciones este martes. El miércoles a primera hora sucedió lo que llevan una década vaticinando y nadie pensaba que acabaría ocurriendo. Afortunadamente no hubo que lamentar heridos.
El pasado martes se cumplía justo una década del cierre al tráfico del puente que daba acceso desde 2004 a los polígonos Santiago Payá y Sant Benet. Un triste aniversario que precisamente acontecía casi una semana después de colapsar a consecuencia de las últimas lluvias. En ese momento, una empresa cuyas naves se encuentran justo en la parte baja del puente, daba una vez más la voz de alarma, temiendo que la ladera se les viniese encima finalmente. Llevaban diez años –el mismo tiempo que hace que clausuraron el puente tras detectar importantes daños en la estructura del mismo– alertando de las consecuencias del deslizamiento de la ladera recayente a su empresa. El miércoles, 24 horas después de acudir este periódico a la empresa, para que nos explicaran de primera mano la situación, la ladera acababa por derrumbarse sobre la nave más cercana a ella.
“Sabíamos que un día u otro iba acabar pasando y así ha sido”, lamentaba Joaquín Bonet, uno de los administradores de Mibor, la empresa afectada por el derrumbe, ubicada en el polígono de Sant Benet. En cuanto al balance de daños, no solo cuantiosos en lo económico, “nos preocupa sobre todo el futuro de los 30 trabajadores desalojados y sus familias, los bomberos han precintado esa parte de la fábrica y ahora mismo tenemos un problema productivo importante porque a lo mejor no podemos recuperar la maquinaria afectada”, reconoce Bonet.
Fue en el año 2012 cuando un episodio de fuertes tormentas obligó a cortar el puente del polígono Santiago Payá para estudiar su estado, ya que el viaducto había colapsado. Además de llevar a cabo unas obras de emergencia, el consistorio solicitó un informe geotécnico. Tras un análisis de la estructura, el examen determinó que más allá de salvar el desnivel del terreno y facilitar las comunicaciones con las factorías del polígono, el acceso principal tenía una función de gran complejidad, ya que los cimientos de 30 metros de profundidad permitían evitar los desprendimientos de tierra debido al desplazamiento de la ladera.
Actualmente está en estado de abandono y está pasando factura a la base de la estructura, tal y como denunciaban días atrás los empresarios, y prueba de ello es el hundimiento parcial del viaducto, hace una semana. “Nada más caer el puente, hubieron desprendimientos en la ladera y afectó al muro de contención que tenemos justo al lado de la nave”, explica José Antonio Miró, otro de los administradores de Mibor.
Ya en su momento se dijo que se había detectado un desplazamiento de la pendiente de un 1 centímetro a la semana. “Se nos está comiendo la ladera, antes podíamos pasar por alrededor de la nave y ahora la tenemos ya encima”, relataba el martes un encargado de la fábrica.
Cabe indicar que los empresarios habían realizado varias inversiones para contener el desplazamiento de las tierras que tienen a espaldas de una de las naves, puesto que estaba causando importantes desperfectos en la estructura de la misma, llegando a levantar el suelo, incluso las máquinas de fabricación. Miró explica que en el año 2013, tras el cierre del puente y los primeros movimientos de tierra, realizaron una primera intervención desplazando los pilares de hierro que sustentan la nave. Posteriormente, en 2016 consolidaron con hormigón el muro de contención trasero y reforzaron la obra añadiendo varios pilares. Ahora creen que todo esto no ha servido para nada. “Tenemos que valorar qué parte podemos salvar y cuál no, pero no es un problema nuestro solo aunque nos afecte directamente, hay dos polígonos industriales que dependen de un acceso construido en unos terrenos que se están viniendo abajo”, advierte Bonet.
Mientras, por parte del gobierno municipal han informado que ya tenían previsto reunirse esta misma semana con los empresarios, si bien la visita a la fábrica se precipitó ayer, cuando a primera hora colapsó la ladera enterrando parte de una nave de Mibor. Estas mismas fuentes han indicado que existe un proyecto que se encargó en 2017 para reparar la ladera, pero que el alto coste de esta actuación, valorada en más de un millón y medio de euros en una primera fase –el proyecto completo supera los 3 millones–, lo mantiene de momento aparcado a la espera de financiación. Hay que tener en cuenta que los terrenos de la ladera son de propiedad privada, mientras que el puente fue construido por la Generalitat Valenciana.
Con todo, desde la empresa no descartan recurrir a la vía judicial si no ven visos de que se resuelva el problema en un tiempo prudencial, tras una década esperando.