De las cenizas de Les Eres
Mi vida está ligada a la calle Sant Mateu. A su parte más alta, es decir, a la Placeta Les Eres, donde en mi infancia se contaban hasta tres panaderías en poquísimos metros cuadrados, un establecimiento que preparaba unos deliciosos pollos asados, una corsetería, una heladería, una tienda de chucherías y otra de regalos, así como una zapatería, entre otros comercios que llenaban de vida la calle.
Supongo que pasaron años, pero ahora me parece que fue en un abrir y cerrar de ojos cuando la vida que tenía esta calle se paró, los establecimientos fueron cerrando, las casas vaciándose y, con ello, entrando en una triste degradación. La dejadez de algunos propietarios y la dejadez de los políticos –de diferente signo y a lo largo de muchas legislaturas– a la hora de actuar en aquellas viviendas o solares municipales, o de exigir a una serie de titulares que cumplieran con sus obligaciones ha sido una suma explosiva que nos ha abocado a un panorama desolador.
Por mis ojos he visto pasar propuestas idílicas, pero de difícil materialización y, sinceramente, considero que de dudosa viabilidad. Se perdieron unos años en que la construcción despegó para aprovechar y hacer resurgir este barrio. Y no, por supuesto que no me refiero a una construcción devastadora ni especuladora. Claro que no. Pero sí a la posibilidad de nuevas viviendas a precios razonables y con servicios básicos para la vida actual. Unas viviendas que atrajeran a gente joven, con niños, porque no hay nada más triste que un parque infantil habilitado entre ruinas y que pasa vacío la mayor parte del tiempo.
Ahora, dos noticias me han hecho pensar que aún es posible que la Placeta Les Eres salga de la UVI. La aprobación del proyecto de demolición de dos inmuebles que se caen a trozos, y el anuncio de que en el solar que dejen se construirán viviendas públicas, con espacios comunes y encaminadas a fomentar la convivencia entre jóvenes y mayores, me han hecho retomar la esperanza de que sí hay futuro para una calle que es mi vida y la de mi familia. Espero que esto sea el inicio del resurgir y que pronto vivir en Les Eres sea una excelente opción.