De jugador de equipo de barrio al Atlético de Madrid

Dicen algunos que los sueños son solo sueños, que difícilmente se cumplen, que todo acaba por reducirse a una ilusión. Pero en el caso de Joan Gómez Senabre, un chaval de barrio, muy arraigado a sus raíces, ha terminado por hacerse realidad. No una vez, sino hasta tres veces. La primera cuando dejó el Esides Caramanchel, el equipo con el que empezó a dar las primeras patadas a un balón con apenas 4 años, para fichar por el Alcoyano.

Allí se dio a conocer, fue su tarjeta de presentación al mundo del fútbol, el lugar donde empezó a deslumbrar y llamar la atención de los clubes grandes. Algunos muy grandes, incluso de talla mundial. Sin embargo, en casa pensaron que era demasiado pequeño para embarcarse en la aventura de formarse futbolísticamente a cientos de kilómetros.

Hasta que apareció el Valencia y ya no hubo marcha atrás. La desvinculación del Alcoyano no terminó siendo todo lo amistosa que se hubiera querido. El compromiso fue no mover su residencia y solo desplazarse cada vez que hubiera entrenamiento o partido.

Rara fue la semana sin un día con billete de ida y vuelta hasta Paterna, donde se encuentra la Ciudad Deportiva del Valencia CF. El autobús se convirtió en su lugar de estudio. Ha sido un año en su cantera que han venido a confirmar lo que muchos sabían: Joan Gómez Senabre tiene madera de futuro gran portero. Curiosamente, los inicios de este chaval que ahora tiene 12 años no fueron bajo palos. Era uno más de los que soñaba con ser Messi o Cristiano Ronaldo. Sin embargo, un día hizo falta que alguien se pusiera de portero y hasta allí que fue. Nadie le ha vuelto a mover de esa posición.

Otro niño no se hubiera puesto otra vez bajo palos, pero él sintió que estaba cómodo. Estuvo dos años en el Alcoyano y en el tercer curso acabó en el Valencia. Fue a probar y en el segundo entrenamiento ya quisieron que se quedara.

La pasada temporada jugó en el Alevín A con el que lo consiguió todo en el fútbol regional. El escaparate definitivo fue el Campeonato de España de selecciones territoriales de su categoría en el que el combinado valenciano eliminó a Cataluña en semifinales y solo se resistió Andalucía en la final.

“Un día cogí una llamada mientras estaba trabajando y sin escuchar bien de quien se trataba le dije que volviera a intentarlo de noche, que no podía atenderle. Lo hicieron y cuando me dijeron quienes eran dije “tierra trágame”, cuenta Mónica Senabre, una de las dos madres de Joan Gómez. La otra es Tere Gómez, ambas muy conocidas dentro del deporte de nuestra ciudad, puesto que formaron parte de la etapa brillante del Santa Rosa de fútbol sala. En el caso de Tere Gómez fue capitana del equipo durante muchas temporadas.

Hasta ese momento todos los ofrecimientos que habían llegado hasta la familia encontraron una negativa por respuesta. La razón, la edad tan joven de Joan Gómez Senabre. Sin embargo, en la llamada del At. Madrid hubo algo distinto, una propuesta en la que no solo se tenía en cuenta al futbolista, también a la persona. “Fuimos a Madrid a visitar las instalaciones del club y enseguida nos terminaron de convencer” reconoce Mónica Senabre. Joan Gómez se convierte así en el primer portero surgido en el fútbol base de nuestra ciudad que se incorpora a la cantera del At. Madrid. Será rojiblanco las próximas tres temporadas. A mediados de esta semana estaba previsto su marcha para empezar la pretemporada en el Infantil B, en el que juegan los de primer año. No será su único reto, también a nivel académico comenzará las clases de 1º de ESO. “Siempre ha sido un chaval con las ideas muy claras. Está convencido del paso que va a dar y eso tranquiliza mucho a la familia. Futbolísticamente no para de crecer. Su paso por el Valencia en la última temporada le ha permitido mejorar en el juego de pies”, explica su madre.