Continúan los preparativos para la celebración de las fiestas de Moros y Cristianos

Como ha comunicado la Associación de Sant Jordi, no se tomará una decisión sobre la celebración de las próximas fiestas de Moros y Cristianos, hasta el próximo 31 de marzo, dependiendo de como evolucione el coronavirus.

Por lo tanto, hasta ese día se continúa con todos los preparativos de la fiestas. Durante estos días, los operarios están comprobando que todas las luces del País Valencià funcionen correctamente y se continuará también con el montaje del castillo.

CANTIMPLORAS LLENAS DE POLVORÍN

El proceso de reparto de la pólvora de este año será todavía más ágil que el año pasado, cuando se incorporó un sistema informatizado, gracias a una novedad que barajaba la Associació de Sant Jordi desde hace un tiempo y que en las fiestas de 2020 será una realidad.

Hasta ahora, un armero era el encargado de llevar a cabo la trazabilidad, es decir, el trasvase de la pólvora a la cantimplora. Sin embargo, este proceso vendrá hecho desde el polvorín, ubicado en Albacete, por lo que no será necesario llevarlo a cabo en los días de reparto por parte del armero, logrando así una mayor agilidad en el reparto.

Cabe señalar, que el Baradello de Moya volverá a albergar este año el reparto de la pólvora, ya que, de momento, no es necesario cambiar de ubicación.

De esta forma, se cumple con la intención de la ASJ de mantener el lugar en el que se ha realizado este proceso en las fiestas de los años 2018 y 2019, donde se ubicó para cumplir con los requisitos que establece la Instrucción Técnica Complementaria (ITC) al nuevo Reglamento de Explosivos, entre los cuales se encuentra que en un radio determinado no debe haber viviendas habituales. El Baradello de Moya cumple, hasta ahora, con esta especificación. En este sentido, cabe apuntar que el radio mencionado se establece acorde al número de tiradores-porteadores existentes, ya que esta cifra se multiplica por los kilos que se reparte por cada festero y según esto, se fija el radio o el área, en el que no deben haber viviendas habituales.

El caso es que cada año incrementa la cantidad de tiradores-porteadores, y de continuar así, el radio marcado aumentaría, por lo tanto, se debería buscar una nueva ubicación para el reparto.

Foto: Los operarios comprueban que las luces de la enramada funcionen correctamente | C.Manchón

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