Con lo justo
Bastó que se asociaran dos veces los jugadores atacantes para doblegar a un Benigànim que se aprovechó de la relajación local para no pasar muchos apuros. Jugar contra el colista podía suponer que esa enorme distancia en la tabla relajara a los de Vicente Parras. Más que relajación, le falto ritmo al partido, tanto con el balón como sin él.
Con el balón, el Deportivo anduvo impreciso, solo Juli daba algo de criterio y cuando había que recuperar el control de la pelota la presión estaba desacompasada. Quizás con otra dinámica el Alcoyano no hubiera logrado la victoria pero ahora con aprovechar las ocasiones le basta para sumar una jornada más invicto. Y que siga esta dinámica tan positiva, en la que vemos el debut como titular de un canterano como Antón, en una posición que a priori no es la suya, pero el chaval se desenvolvió con soltura, demostrando al míster que quizás Devesa -que lo había jugado todo hasta el momento- sí puede tener un recambio.
Todo funciona cuando los resultados acompañan, los jóvenes no tienen la presión de los malos resultados y con la ayuda de los veteranos cuando salen al campo rayan a buen nivel. Y no estamos hablando de jugar los últimos minutos, el míster puede permitirse -digámosle el lujo- de que jueguen un buen número de minutos el ya mencionado Antón, Josué o Migue Aracil. A Jorge Moltó ya hace muchas jornadas que lo considero un jugador que está muy en la mente del entrenador.
Que siga esta dinámica, aunque el juego no sea tan vistoso como en otras ocasiones, y veamos rotaciones en las alineaciones porque llegara el momento clave y deberemos tener a todos los jugadores implicados y con la confianza necesaria para que el objetivo se cumpla. Aunque eso sí, debemos seguir la misma línea de intensidad y no caer en la relajación ni creer que los partidos se ganan sin jugarlos. Jugadores y cuerpo técnico seguro que saben que no hay nada hecho, que lo mejor está por llegar y deben estar al máximo.