Cocentaina evaluará el estado del Castillo de Fiestas en septiembre
El Ayuntamiento de Cocentaina, a través de la concejalía de Fiestas, encargará un estudio a una empresa especializada para evaluar el estado del Castillo de madera que se monta cada año en la plaza del Pla con ocasión de los festejos de Moros y Cristianos en honor a San Hipólito Mártir. La edil de Fiestas, Susana Reig, explica que al día siguiente de concluir las Fiestas de este año se retiró toda la ornamentación festera como las banderolas que engalanan las calles o el alumbrado especial a excepción del Castillo “que seguirá montado en su ubicación hasta el mes de septiembre. Nuestra intención es que tras las vacaciones venga una empresa especializada en este tipo de infraestructuras para que nos diga cómo se encuentra la estructura y si es necesario reparar algunas de sus piezas”, destaca.
Además, Reig indica que el Castillo de Fiestas ya fue objeto años atrás de una serie de intervenciones que reforzaron su seguridad interior mediante la instalación de unas barandillas de hierro o una nueva escalera, “no obstante estamos ante un elemento que se monta y desmonta cada año, que está al aire libre durante mucho tiempo y que acumula cierto desgaste debido al paso del tiempo y la acción de las inclemencias meteorológicas”, afirma.
Hay que recordar que las actuaciones que comenta la concejala se realizaron en el año 2004 y también incluyeron la pintura de todas las caras exteriores del Castillo con el fin de embellecer este icono de la Fiesta contestana. Apuntar que el Castillo de Fiestas, como se le conoce cariñosamente en la Villa Condal, sirve de escenario cada año a las Embajadas mora y cristiana del día del Alardo así como a la Embajada del Contrabando que Maseros y Contrabandistas llevan a cabo el día de la Entrada a mediodía.
La actual fortaleza, que sustituye a una anterior, tuvo un coste de 156.000 pesetas y fue bendecida el 5 de agosto de 1962 en un acto en el que ejercieron como padrinos Consuelo Borrás Ferrer y Manuel Ferrando Berenguer, en aquel momento dos pequeños festeros representantes de las Filaes Contrabandistas y Manta Roja; respectivamente.