Cinco entidades vecinales piden la rehabilitación global del Centro
Critican que el Ayuntamiento no la haya incluido en los proyectos que optan a fondos europeos
Cinco entidades vecinales del Centro de la ciudad y su entorno se han unido para pedir al Ayuntamiento un proyecto de rehabilitación integral del casco histórico de Alcoy.
En línea con lo que reclamaba Guanyar la pasada semana, que criticaba que el gobierno municipal no hubiese incluido este proyecto en el listado de los que optan a la financiación con fondos europeos del anunciado plan de recuperación, las asociaciones de vecinos Font Roja, La Sang, Partidor, Sant Pancraç, Centro y Viaducto, ponen de manifiesto “la imperiosa necesidad de redactar un proyecto global” para la recuperación urbana del casco antiguo.
Los vecinos recuerdan que el barrio, declarado Bien de Interés Cultural, resultó gravemente afectado por el paso de la borrasca Gloria, en enero del año pasado. “Venimos alertando, allá donde nos escuchan y los representantes municipales son muy conscientes, que la situación de muchos edificios requiere de la intervención de la administración o caerán en breve. El estado de conservación, las casas deshabitadas, el uso como segundas residencias, la dificultad de localizar a muchos de los propietarios, los solares… Hacen imprescindible que no se deje solos a los residentes ante la responsabilidad de una envergadura que no pueden asumir”, señalan en un comunicado.
Según remarcan, en los proyectos candidatos a la financiación europea “no hay ninguno de rehabilitación de viviendas en el Centro, pero sí de otros barrios”, por lo que consideran que el casco antiguo es “una vez más, el gran olvidado”. En este sentido, exigen que la revitalización del Centro vaya “más allá de peatonalizaciones y reurbanización de calles” y se centre en “la mejora de las viviendas”.
“No es un problema nuevo, y no responsabilizamos únicamente a la actual administración municipal. Ninguna, nunca, ha redactado un proyecto integral”, subrayan, de modo que piden que se aproveche la llegada de recursos europeos, o en su lugar, se busquen otras fuentes de financiación para “salvar lo que queda del Centro”.