CD Alcoyano: Tirachinas contra cañones

El ambiente anda enrarecido peligrosamente en torno al Deportivo. La grada despidió en silencio al equipo frente al Intercity, el peor síntoma posible de una afición que transita últimamente entre la indiferencia y el desconcierto, porque no sabe a quien señalar del mal momento de los de Vicente Parras, que esta semana cumplieron 100 días sin ganar en el Collao.

No sabe si mirar al verde y silbar a unos jugadores que el domingo parecieron un motor diésel averiado, de nuevo incapaces de cerrar los partidos, o dirigirse al banquillo y mostrar todo su enojo a un técnico que hasta hace unas semanas estaba en lo más alto de los altares del alcoyanismo y al que se empieza a mirar con lupa cualquier decisión.

Pero los hay que prefieren mirar más allá y fijar su descontento en la nueva propiedad, en la mala gestión que ha hecho del mercado invernal, fichando a dos jugadores como Lobato y Akono, que se han convertido en un problema por su bajo rendimiento o hacer promesas para nada de que llegaría un 9.

A ello se suma la maniobra de devaluar el precio de las acciones para terminar haciéndose con el control absoluto del club y la experiencia relativamente cercana de un presidente que se creía el Rey Sol, que fue acaparando tanto poder, tanto desprecio, que terminó generando un déficil histórico y de aquellos barros se generaron estos lodos.

MARCAR LAS DISTANCIAS
Lo cierto es que a la nueva propiedad le produce urticaria salir en público, como si quisiera marcar distancias, bien por convencimiento o por desconfianza con el entorno tras las negativas experiencias de Elche y, sobre todo, Alicante. Pero Alcoy y el Alcoyano es otra cosa, no es ni el Elche ni el Hércules. Ramírez, en su primera y hasta ahora única comparecencia pública, aseguró que “aunque aún no tengo el corazón del Alcoyano, sí que mi cabeza está en este club”.

Aquello sonó a cierto guiño de cercanía, de aproximación, a querer bajar del pedestal en el que pareció aterrizar en el club, pero lo cierto es que cuando la carretera ha empezado a empinarse y aparecer las primeras curvas cerradas, se ha derrapado y lo peor de todo ha sido ver como el club agachaba la cabeza frente a las dificultades dejando a entrenador y plantilla solos ante el peligro, como dianas fáciles en caso de fuego enemigo.

La nueva propiedad, y así lo dejó claro en su intervención de hace unas semanas cuando se cerró el mercado invernal, no le ha importado poner el grito en el cielo sobre la confección de la actual plantilla y ha señalado sin piedad a Josele González, responsable junto con Vicente Parras de su diseño el verano pasado.

Rebajado de sus funciones, Josele González fue apartado de inmediato de su cargo de director deportivo y desde la llegada de Paco Martínez, la persona de confianza de Ramírez en el apartado deportivo, ha sido degradado a miembro de la comisión deportiva sin misión concreta.

Josele González ha participado poco o nada en el pasado mercado invernal. Todo apunta a que su continuidad tiene fecha de caducidad, no se sabe si por voluntad propia o empujado por la propiedad, que entonces debería rascarse el bolsillo, porque tiene un año más de contrato.

Quien era hasta ahora el director deportivo, además de ser el principal valedor de Vicente Parras, también se convertía en el escudo humano del técnico cuando las cosas no iban bien. Sin él a su lado, el único aval que podía reforzar la posición de Parras eran los resultados, pero el 3-0 del Johan Cruyff frente al Barça Atlètic y el 1-1 en casa ante el Intercity, han debilitado mucho el discurso de un técnico que atraviesa su peor momento en los cuatro años que lleva en el banquillo blanquiazul.

En ambos partidos dio la sensación de que el Alcoyano fue a la batalla con tirachinas frente a rivales que tiraban con cañones de largo alcance. En el Johan Cruyff si el filial azulgrana hubiera necesitado hacer más de tres goles, los habría conseguido sin problemas. Ante el Intercity, su técnico Siviero echó mano en la segunda parte de jugadores como Cedric, Etxaniz o Nsue, titulares en cualquier equipo de la categoría, que cambiaron totalmente el signo del partido y todo se redujo a un Alcoyano acobardado que cayó de maduro.

MOVILIZAR A LA AFICIÓN
Nadie entiende que ante un partido de la trascendencia del que jugó el Alcoyano la pasada jornada frente al Intercity, el club no tomara la delantera para movilizar la grada durante la semana, bien a través de las peñas, poniendo entradas a precios muy asequibles o con mensajes de concienciación de lo mucho que se estaban jugando los de Vicente Parras, resultando hasta “marciano” que la respuesta del club ante tamaño desafío fuera poner localidades a la venta a un precio desorbitado y a través de la página web, cuyo funcionamiento es lamentable.

Ese abandono, ese dejar al equipo y cuerpo técnico solo ante el peligro, tuvo como respuesta que muchos aficionados blanquiazules cuando marcó el Intercity a diez del final, decidieran levantarse de sus asientos y marcharse a casa, en silencio, el mismo que hubo cuando el colegiado pitó el final del choque.

EL FUTURO DE VICENTE PARRAS
Mucho tendrán que cambiar las cosas de aquí a final de temporada, pero el ambiente que se respira de puertas hacia adentro es que habrá desbandada, algunos por voluntad propia y otros empujados. Uno que puede ver terminada su etapa como blanquiazul es Vicente Parras. Tiene un año más de contrato pero la sensación que hay es que se empezó a escribir el epílogo del libro de su querido Alcoyano el pasado 31 de enero, justo cuando se cerró el mercado invernal.

HOY, CONTRA EL CASTELLÓN
Y a todo ello, esta tarde (18 horas) el Alcoyano tiene visita a Castalia, un clásico que se ha disputado en 17 ocasiones y en cinco categorías diferentes. Parras pierde a Álvaro Vega por sanción y recupera al capitán Raúl González. Son duda Juanan y Lillo, uno de los dos puede caer, mientras que Imanol ha sido operado.

Enfrente un Castellón herido que viene de perder 2-1 en Amorebieta, pero que en casa es infalible. De 13 partidos ha ganado 10 y solo el Numancia ha conseguido la victoria. Habrá cruce de ex, Carles Salvador y Antón en el Castellón, y Liberto y Alcaina en el Alcoyano.