Carta de una estudiante

El Gobierno decreta el estado de alarma para hacer frente a la expansión del Covid-19”. Así empezó todo.

Era mitad de marzo y los primeros días de primavera ya empezaban a asomar.
Sabíamos eso, y sabíamos también que pronto el sol y el buen tiempo nos visitarían.
Pero no entraba en nuestros planes que un virus microscópico iba a pausar nuestras vidas de la noche a la mañana.

Hoy escribo estas líneas desde el lado de una estudiante de segundo de carrera. Una carrera a la que le debo muchas cosas, y que me sigue enseñando todo lo maravilloso que esconde un medio de comunicación, como en el que, con estas palabras, me siento tan acogida.

La pandemia causada por el Coronavirus no ha sido fácil para nadie. Para nosotros, los estudiantes, tampoco.

Marzo, abril y mayo. Tres meses en los que nuestros días se han resumido en estar delante de una pantalla trabajando el doble y por encima de nuestras posibilidades.
No ha sido nada fácil, porque, entre otras cosas, el nivel de exigencia también se ha multiplicado.

Con suerte, aún hay docentes que deciden poner la vida en el centro de todo y prestar tres manos, aunque solo tengan dos. Vosotros sois quienes ayudáis a cosechar nuestro futuro dejando una huella imborrable.

Pero a pesar de esto, la incertidumbre seguía aumentando con el paso de los días. ¿Esto entrará en el examen? ¿Cómo nos van a evaluar? Encuestas por aquí, prácticas por allá, y un sinfín de actitudes que no definen a la docencia real.
Ojalá esto no vuelva a pasar nunca. Han sido días muy difíciles, para todos y para todo, pero ojalá esto nos sirva para aprender.

Somos estudiantes. Necesitamos una base segura y firme sobre la que construir el porvenir. No somos exigentes, somos justos y pedimos lo que se nos debe. Un sistema educativo que nos garantice que, más allá de nuestra libertad de decisión, el trabajo que cultivemos se convertirá en posibilidades dentro de unos años.

Y a vosotros, los que os enfrentáis a selectividad, mucha fuerza. Hace dos años, cuando yo estaba donde vosotros no me imaginaba una prueba de acceso a la universidad aplazada por una pandemia mundial; quizá como frase para analizar sintácticamente, nada más lejos que eso. El trabajo y el esfuerzo siempre pesa más que el resto, ánimo.

LIRIOS ARQUES, estudiante de Periodismo

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