Carta als Reis
Estimados Reyes Magos:
Como cada año, por estas fechas navideñas, me ocupo en escribir mi carta a SSMM con la esperanza de poder ver hecha realidad alguna de mis peticiones. Saben que soy un alcoyano, ya mayor, que regresa a su tierra solo de pasada, menos veces de las que sería deseable.
Entiendo que tendrán ustedes tantas cartas y tanto trabajo, que fruncirán el ceño a la vista de la misiva de tan cansino personaje. Soy consciente de que son infinidad los niños y las niñas que tengo delante, y que su ilusión es lo primero de todo, pero llegado a estas edades, al menos los alcoyanos, regresamos a nuestros años más tiernos y nos convertimos en seres inocentes.
Como siempre, recurro a SSMM porque se nos acaban los recursos, las posibilidades de que esta sociedad española, en general, y la alcoyana en particular, vean solucionados, o al menos, mitigados, tantos y tantos problemas.
Le que les voy a pedir a ustedes puede semejar extraño, pero no lo es en absoluto, pues son problemas que inciden directamente en las vidas y en la felicidad de tantas y tantas personas.
Quienes están encargados de encontrar esas soluciones han demostrado su incapacidad, y en ocasiones, su nula predisposición a ello, por lo que, como siempre, acudo a quienes sé que nunca fallan: Els nostres Reis, els de deveres… Ya sé que hay muchas susceptibles de ser pedidas, pero con algunas ya me daría por satisfecho.
Me gustaría pedirles muchas cosas importantes, como es que NINGUNA MUJER VUELVA A SER AGREDIDA, y mucho menos ASESINADA… nunca más…También que NUESTROS JÓVENES ENCUENTREN TRABAJO Y PUEDAN AFRONTAR SUS VIDAS CON UN SALARIO DIGNO, y que por supuesto, VUELVAN QUIENES TUVIERON QUE MARCHARSE.
Quisiera que los españoles DEJÁRAMOS DE PELEARNOS ENTRE NOSOTROS, y también, sería bonito que PUDIERAN ESTAR EN SUS CASAS ESOS POLÍTICOS CATALANES ENCARCELADOS, y ESOS MUCHACHOS VASCOS que ya llevan unos años lejos de los suyos.
Pienso que puede ser posible –Eduardo e Iñaki, entre otros, sí lo van a estar– y dicen que es por una mera cuestión humanitaria. ¿Por qué no los Jordi’s, los de Altsasua, y compañía?
También estamos las y los Pensionistas, pero, de momento, seguiremos intentando nosotros solucionar nuestros problemas, coraje y dignidad hemos demostrado a lo largo de nuestra vida.
Sería bonito que los catalanes y catalanas se pusieran a hablar, y también con esos que dicen velar por el bien y la unidad de España… Que hablen, que se respeten, que consigan poner orden y sosiego en sus vidas. Buscar unos mejores gobernantes, más acertados, ya es tarea suya.
No estaría de más que tantas y tantas personas como hay en la calle, pudiesen tener un techo, y una ración de comida caliente. No concibo celebrar estos días conociendo que hay personas pasando hambre y frío.
Pienso que todas estas cuestiones deberían de estar resultas hace tiempo por los que deberían resolverlas, pues un buen salario se embolsan por ello, pero ha llegado a tal extremo su incapacidad y su poca decencia, en muchos casos, que parece que acudir a SSMM. parece, ya, el último recurso.
Ha quedado demostrado que en este reino (así es llamado este país) tanto el trono, como la corte (Gobierno y Parlamento) no han dado la talla para velar por las ciudadanos y ciudadanos del mismo. Es el principal motivo de que este humilde ciudadano haya acabado por recurrir a quienes sabe que son de fiar, a pesar de su inmenso trabajo, a pesar de tener que atender a millones de cartas y de peticiones, a pesar de que se les pide solucionar en un par de días lo que estos personajes no han logrado (ni querido) resolver en tantos y tantos años.
No quisiera olvidarme de pedir a SSMM la VOLUNTAD, que es lo más importante, y en ese paquete están incluidos esos millones de niños y niñas masacrados por el hambre, por las enfermedades, por la guerra, por los meses y meses de vagar sin rumbo. Pienso que nunca van a enviarles una sola carta a ustedes, pues encima de no saber lo que es la ILUSIÓN y los REGALOS, es más que posible que ni sepan que existen los Reyes Magos.
Ya sé que ustedes no les tienen olvidados, pero no me siento capaz de incluirles en mis peticiones, ya tienen ustedes demasiado a dónde acudir, mientras los que se autoproclaman gobernantes, religiosos, y gestores de las vidas de todos nosotros, están ocupados en sus cosas, en su dinero, en sus cuotas de poder, en sus propias celebraciones navideñas.
Gracias, mis entrañables Melchor, Gaspar, Baltasar… Solo ustedes consiguen el milagro de que un sesentón se sienta niño durante unos días, y eso, dice mucho de ustedes… Lamentablemente, nadie se ha propuesto seguir tan admirable ejemplo.
Espero poder mandarles un beso, no sé si desde El Camí, o desde Sant Nicolau, o desde la misma Plaza, cuando la Adoración, pero les prometo estar ahí, con ustedes, con mi pueblo, que ya saben SSMM que es el suyo. Que es su casa.