Carril bici

Hace un tiempo con mucho frío, lluvias, viento, niebla e incluso con algunos copos de nieve por la montaña. Realmente es lo más normal en esta estación del año, aunque a la mayoría de nosotros no nos guste demasiado. Resulta molesto y bastante desagradable, tan desagradable como los cambios que estamos viviendo en Alcoy. Tenemos los polígonos abandonados con las consecuentes molestias para las empresas locales, provocando que muchas empresas abandonen nuestra ciudad y haciendo casi imposible que otras de fuera se animen a venir hasta aquí a abrir nuevas instalaciones. El proyecto del nuevo Polígono de la Canal lleva, ni se sabe la cantidad de años que está por ahí pululando y ni está ni se le espera, así como el proyecto del parque empresarial de Alcoinnova, lo que hace que nos quedemos muy atrasados en el tema de nuevas empresas y negocios y que ciudades cercanas a nosotros aprovechan esta situación y no paren de crecer. Es una pena ver cada día como hay más coches que salen de nuestra ciudad para irse a trabajar a otros lugares, que vehículos llegan, algo que hace que cada año seamos menos habitantes. Muchos al encontrar trabajo en otros lugares, al tiempo se quedan allí a vivir, bien porque se han casado con alguien de esa ciudad o por el gasto que supone el ir y venir cada día. Y si bajas por la Beniata da miedo por la sensación que da la ladera que parece que de un momento a otro se vaya a acabar derrumbado del todo.

El centro que antes lo calificaban como, el corazón de Alcoy, ahora está casi desértico por el abandono de tiendas y negocios, la gente ya no viene por el problema de no poder ir en coche y el gran problema de aparcamiento que hay por los alrededores, a ese corazón le ha dado un grave infarto.

Así como la calle de las persianas tiradas, me refiero a la calle Entenza, será muy inteligente, que no lo dudo, pero cada día hay más tiendas y negocios cerrados, supuestamente debido al no poder aparcar. Con esta ya son dos zonas que están al borde de la muerte, porque ya no hablamos de la calle en si, sino que también afecta las adyacentes. Y ahora parece que le toca a la Avenida de Camilo Sesto. Daba la sensación de que a pesar del cierre de varias tiendas de grandes marcas iba a continuar funcionando, pero con el nuevo carril bici va a crear un caos que poco a poco se va a conseguir que le pase como a las zonas antes citadas. Las quejas de los diferentes dueños de los negocios se dejan oír pero en oídos sordos. Aunque escuchar puede parecer fácil, a menudo es un trabajo duro. La escucha verdadera requiere darle a la otra persona tu atención y posiblemente cambiar la actitud.

El tráfico va a ser mucho más espeso por la razón que muchos coches paran en medio de la calle un “momentín” anulando un carril, y pensar que muchos vecinos tendrán que descargar su compra o bajar del coche gente mayor o enferma, madres con niños pequeños, etc. Y no quiero ni pensar cuando tenga que pasar un vehículo que vaya a alguna emergencia, bien de la policía, bomberos o la ambulancia, caos total.

Pero bueno tendremos carril bici, al menos esperemos que sea más útil y se utilice por algunos ciclistas, algo que no ocurre en los otros carriles bici que tenemos en la ciudad o al menos se utilizan muy poco para el gran trastorno que ello conlleva.

A todo esto no tengo ninguna duda que está hecho con la mejor de las voluntades para mejorar pero como el tiempo, aunque se suponga que es bueno la que nos cae, resulta muy molesto.

Y así la Bíblia nos vuele a aconsejar en el Libro de Proverbios 16:17” El que es impulsivo actúa sin pensar; el que es reflexivo mantiene la calma.”

Antes de hacer algo que afecta a tantas personas habría que consultar y ver las ventajas y desventajas.

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