Carlos Requena mucha marcha

Ha creado su propia escuela, es técnico de la Federación Valenciana y uno de los mejores marchadores nacionales

Hablar de marcha y más nórdica no dice mucho de nuestras raíces, ya que se trata de un deporte surgido en Finlandia como alternativa para que los esquiadores no perdieran la forma en los meses de verano, cuando no hay nieve, pero sorprende más saber que un deporte tan poco mediterráneo, haya echado raíces en nuestro entorno y que la Comunidad Valenciana sea una de las potencias nacionales.

Aquí tenemos bastantes de los mejores “marchadores” del país y entre ellos se encuentran varios alcoyanos. Carlos Requena es uno de ellos, llegó a la marcha nórdica por curiosidad y aquella primera experiencia le abrió las puertas a un mundo en el que según confiesa, “sigo atrapado”. Era 2018 y poco tiempo después disputó su primera competición. Aquellos primeros pasos los dio de la mano del Centre Excursionista Alcoi y junto a Amalia “Nani” Gisbert y Raúl Martí.

Progresar en aquellos años significaba tener que viajar fuera y acabar fichando por un club de Xàtiva, con el que empezó a disputar campeonatos autonómicos y nacionales. Su afán por progresar, la marcha nórdica es un deporte muy técnico en el que se necesitan muchas horas de aprendizaje para mejorar y él defiende la teoría de que solo resiste “aquel que es muy metódico y perfeccionista, quien le da igual progresar o no acaba marchándose”, le llevó a estar constántemente formándose.

Justo cuando estaba haciendo el curso de entrenador nacional recibió la llamada del CEA para crear la sección de marcha nórdica. Sin embargo, no quiso conformarse con ese paso, en su cabeza ya llevaba tiempo planeando la posibilidad de crear su propia escuela. “La pasión que siento es tan grande que mi ilusión era poder dar a conocer la marcha nórdica en mi ciudad y partiendo de cero. Se habla mucho de que es un deporte para gente mayor o sedentaria, cuando no es verdad, tiene otras vertientes como la competitiva o la senderista y de trail en montaña”, argumenta.

Así fue como nació hace dos años Piveka, su escuela de marcha nórdica, que atiende a más de un centenar de practicantes, una parte de ese alumnado es alcoyano, en sus diferentes caras: iniciación, competición y bienestar físico. La otra parte más numerosa hay que situarla fuera de nuestra ciudad. En Benifallim tiene un grupo importante de veinte personas –son un centenar los censados en este pequeño pueblo de L’Alcoià– con el que atiende no solo el aspecto deportivo y de salud, también el lúdico y cultural, con excursiones guiadas, además de otro en la localidad valenciana de Algemesí, el más numeroso, con una treintena de alumnos con entrenamientos dirigidos a la competición y otro de unas cuarenta personas, más enfocado a la salud, dentro del proyecto local “Algemesí camina”.

Además, la marcha nórdica ha pasado a formar parte de las EPI’s (Escola Poliesportiva Municipal d’Alcoi), con clases a alumnos de 6º de Primaria en los trece centros de enseñanza de la ciudad. “Al principio, cuando ven los palos, te dicen que es un deporte de abuelos, que los suyos van con bastón, pero a medida que lo van conociendo empiezan a cambiar el chip, ven que es una carrera y se va rápido, hay unas normas y pueden descalificarte”, explica.

Una trayectoria que le ha llevado hasta formar parte del comité de la Federación Valenciana de Marcha Nórdica y convertirse en el seleccionador de la Comunidad Valenciana en las categorías infantil y cadete. Empezó con cinco niños y ahora tiene más de una treintena en tecnificación.
Contrariamente a lo que se podría pensar, con una dedicación diaria a la enseñanza y promoción de su deporte, Carlos Requena, de 42 años, mantiene su trabajo como impresor de artes gráficas, de igual manera que tampoco ha dejado a un lado la pasión por la competición, que fue el gancho a su recorrido posterior. Lleva dos años consecutivos formando parte del equipo de la Comunidad Valenciana que terminó segundo en el Campeonato de España.

“Mucha gente piensa que somos unos excéntricos porque salimos a caminar con unos palos, cuando se trata de un deporte con una competición muy exigente, donde se entrena seis días a la semana como en cualquier otra modalidad de élite. El ritmo del campeón de España está en torno a los 5’35’’ de media el kilómetro. Los demás se sitúan entre los 6’10’’ y los 6’40’’. Eso significa que a cada segundo se dan tres pasos durante 12 km. Las competiciones se desarrollan en circuitos controlados por jueces para que se cumpla con la reglamentación. En cada vuelta puedes ver las sanciones que tiene cada competidor y en función de ello diseñar una estrategia de carrera”, desvela.

La difusión que se ha hecho en los dos últimos años de la marcha nórdica ha conllevado que pruebas como el Trail Solidari o la Media Maratón Unión Alcoyana Segura haya incluido la presencia de “marchadores” en su línea de salida, “más para hacernos visibles y que se nos conozca que por otra cuestión, porque sin un circuito es imposible controlar la técnica”.

Los entrenamientos en la ciudad se desarrollan en el circuito de Riverfit del cauce del río que reúne unas condiciones idóneas pero mejorables según explica, sobre todo en cuanto a iluminación y de cierto civismo por parte de algunos propietarios de mascotas. El año pasado nuestra ciudad acogió la primera de las tres pruebas puntuables de la Copa de la Comunidad Valenciana y este año, por primera vez, será escenario el 6 de mayo del Autonómico absoluto individual y de clubes. “Es un deporte muy completo. Al utilizar dos palos se trabaja tanto el tren inferior como el superior, con lo que hay más desgaste físico y se trabaja más a nivel cardiovascular, además que mejora la coordinación”, acaba.

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