Barxell celebra durante el fin de semana sus singulares fiestas

Mañana, la carrera del pollo, con premios para los tres primeros

Barxell celebra durante el fin de semana sus singulares fiestas
Danzas populares en la partida de Barxell. ARCHIVO

La partida rural de Barxell tiene ya todo preparado para celebrar este fin de semana sus fiestas, dedicadas en Sant Josep y San Isidro, patrón de los labradores, porque como nos apunta su presidente, Juan Carlos Pérez, “conmemoramos el que antes era el final de la cosecha”.
El dirigente nos apunta que estas fiestas cívico-religiosas –con más de medio siglo de vida– empezaron con una misa ayer, en sufragio de los difuntos, “recordando a aquellos que ya no están con nosotros”.
Seguidamente se se celebró una procesión de farolillos, haciendo una vuelta por toda la partida en la cual “se premió a todos los niños con una farola”. Al acabar, la Noche de la Olla, tan típica de la zona, con la novedad de una verbena a precios populares.
“Las fiestas se llevan a cabo a principios de septiembre porque durante el año apenas vivo gente en la partida, mientras en verano nos reunimos alrededor de 150-200 personas”, exprés Pérez, orgulloso. “Es una manera de despedirnos hasta el año que viene”.

Indumentaria tradicional
Los vecinos de *Barxell viven sus fiestas con intensidad y los trajes típicos de maseros y maseras “que se llevaban en épocas pasadas”. La indumentaria cobra especial protagonismo en las danzas del domingo por la tarde.
Durante la jornada de hoy sábado se producirá la rifa del borrego, “que mantiene el nombre, aunque ahora por ley no se puede sortear un animal y se da el valor en dinero”, expone el presidente. Antiguamente, rememora, había un pastor que tenía ovejas, se le compraba una y después se sorteaba.
Las cucañas, por su parte, será un juego para los más pequeños de la partida, como morder una manzana o pasarse un huevo de una cuchara a otra. “Se trata de juegos populares que van evolucionando, con la introducción este año de la búsqueda del tesoro”, manifiesta.
El sábado finalizará con una cena también popular y un concurso de tortilla de patata, para saborear quién la hace mejor.

Mañana domingo
El último día de fiestas, después de la misa, en los jardines del Castell de Barxell se hará una pequeña demostración de bailes típicos (jotas y danzas, principalmente). A continuación, la llamada carrera del pollo, con premios para los tres primeros clasificados. “Antes el obsequio era un pollo”, matiza Pérez.
La procesión será el último acto, con las imágenes de ambos patrones. Se cantará entonces el himno, compuesto precisamente por José Almería Gisbert, “vecino de la partida y músico de toda la vida de la Unión Musical de Alcoy”.

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