Bares y tiendas con el agua al cuello

El comercio tradicional afronta las nuevas restricciones en plenas rebajas y después de una caída de ventas del 40%, según ACECA

Bares y tiendas con el agua al cuello
Los únicos establecimientos autorizados a abrir sus puertas son los que sirven comida a domicilio o cuentan con la opción del take away | Xavi Terol

El anuncio del cierre perimetral de Alcoy y las nuevas restricciones impuestas por la Generalitat Valenciana, han caído como un jarro de agua fría entre los sectores más afectados, como son la hostelería y el comercio minorista, que tras una campaña de Navidad anómala que no ha venido a compensar las pérdidas de un año difícil, ven como este nuevo escenario –que se mantendrá como mínimo durante dos semanas– les deja a la mayoría en una situación harto complicada, comportando en muchos casos el despido de trabajadores, cuando no abocándoles al cierre definitivo de sus negocios.

“Siempre paga los platos rotos la hostelería, cuando la culpa no es de ellos”, señala María José Francés, presidenta de la Asociación de Comerciantes del Ensanche, quien reconoce que el cierre total de la hostelería “nos repercute también y perjudica directamente al comercio”, señala, al tiempo que pide “sentido común” a la ciudadanía para “que sea consciente de lo que está pasando, si no ponemos de nuestra parte difícilmente saldremos de esta y el comercio está muy tocado ya”, advierte.

Lo mismo opina Mónica Herreros, miembro de la Federación Alcoy Comercial, que reconoce que “la campaña navideña no ha sido buena y faltaba esto para rematarla”, en referencia a las nuevas limitaciones fijadas por el gobierno autonómico. “Ya no se puede soportar más esta situación”, se queja, “al final todo es una cadena, comercio, hostelería, el consumidor… Estamos hartos pero es lo que hay, ahora depende de que la gente se comporte”, remarca.

LA HOSTELERÍA PIDE AUXILIO
“Estamos muy desanimados”, asegura Ximo Bellver, representante de la asociación Turismo Alicante Interior y empresario hostelero. “Entendemos que tiene que primar la salud, pero si no se nos ayuda, la agonía que llevamos detrás es muy larga”, destaca, a la vez que se muestra muy pesimista ante unas perspectivas de futuro inmediato que tampoco pintan bien. “No sé quien podrá sobrevivir a esto”, declara.

El hostelero, que ha tenido que echar el cierre a su restaurante y ceñirse al servicio de comida para llevar, relata la agonía del sector: “Venimos de meses muy duros tras el confinamiento de marzo, y de unas semanas donde las celebraciones han sido escasas por la situación sanitaria, ahora, los pagos son los mismos, nos ahogan los impuestos, y yo tengo que limitarme a trabajar con un servicio a domicilio que, en mi caso, depende de grandes plataformas que se llevan el 40% del tíquet del pedido”, denuncia. Aún así, “más vale esto que nada, pero no compensa”, reconoce.

Además, una vez se levante el cierre perimetral de Alcoy, “tenemos solo hasta las cinco de la tarde para facturar, nos dejan sin las cenas, es un suma y sigue”, lamenta Bellver, quien como muchos compañeros de oficio ha vuelto al ruego de principios de la pandemia: “Solo pido que pase pronto todo”.

El empresario incide en que “el peso de la hostelería es muy grande en Alcoy” y en este sentido, explica que son muchos los negocios y pymes de la comarca que dependen de dar servicio a los establecimientos hosteleros. “Yo, por ejemplo, tengo alrededor de 30 proveedores y ahora muchos están parados por culpa de esto”, comenta. Por eso, Bellver afirma que “sin ayudas no sé si vamos a aguantar mucho más tiempo”. Unas ayudas al sector que se han comprometido a facilitar desde los gobiernos autonómico y local, y que desde la asociación Turismo Alicante Interior han solicitado al Ayuntamiento. Sin embargo, “lo siento pero ya no confío, estoy muy negativo, pero es lo que nos toca vivir”, concluye.

Igual de desesperanzada se muestra Cintia Culiáñez, empresaria hostelera. “Estamos muy tocados, llevamos aguantando mucho como si tuviéramos la culpa nosotros, cuando la realidad es que en un restaurante vienes a mesa puesta, con todas las medidas de seguridad, un camarero que te sirve y tienes la garantía de que es negativo… todo este control se pasa por alto en el ámbito privado y después somos nosotros los que pagamos las consecuencias”, protesta Culiáñez, quien considera que “han ahogado al sector”. Y advierte: “Habrá quien no pueda reflotar el negocio, y esto se lleva detrás a muchos trabajadores, a proveedores… Así que no sé si muchos lo podrán soportar”.

COINCIDENCIA CON REBAJAS
Otra de las circunstancias que desde el sector del comercio coinciden en señalar como un factor que repercutirá negativamente, es la coincidencia de las nuevas restricciones con el inicio de la campaña de rebajas. Rafa Pérez, presidente de ACECA, recuerda que Alcoy recibe compradores de la comarca que ahora, durante dos semanas al menos, “no van a poder venir a nuestra tiendas”. Y esto, después de un tiempo de compras navideñas que este año ha sido “completamente atípico”. Según el representante comercial, “Alcoy ha demostrado que sigue siendo de los Reyes, más que de Papá Noel, aún así, las cifras no son buenas, con un descenso de las ventas del 40%”, informa Pérez, para quien son datos “dramáticos” pero, no obstante, “pensábamos que iban a ser peores”.

Finalmente, el gerente del Centro Comercial Alzamora, Jorge Valcárcel, vaticina que la incidencia de las nuevas medidas y el cierre de Alcoy será mayor al darse en período de rebajas.

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