Apocalipsis now? El fin de un ciclo según el cristianismo

En la peli de Coppola “Apocalypse now” (1979) se muestra de forma magistral el horror de la guerra y cuán fácil es erigir falsos ídolos que adorar en tiempos de confusión, caos y desolación. El protagonista de la película, en su particular viaje iniciático, tendrá que lidiar con toda la bajeza humana para poder llegar a cumplir la misión de matar a un coronel del ejército (Marlon Brandon) que se ha alzado como un falso dios. Y es que ya desde hace tiempo la producción de películas catastróficas que pregonan el fin de nuestra civilización tal y como la conocemos ha tenido gran acogida entre el gran público. Pero resulta significativo que en estos últimos pocos años, este tipo de series y películas de carácter distópico y apocalíptico, proliferen de forma tan desmesurada. Las recientes “No mires arriba” (2021), “Moonfall” (2022), o «Dejar el mundo atrás» (2023) son algunos ejemplos llenos de primado negativo y programación predictiva de esta tendencia cada vez más en boga.

De igual forma, las últimas noticias más destacadas en telediarios y periódicos causan por momentos tanto desidia como zozobra y congoja: alarmantes nuevas variantes que nos pueden llevar a nuevas pandemias con nuevos confinamientos, restricciones ante la alarmante urgencia climática, guerras que se extienden con el peligro de armas nucleares, posibles ataques bioterroristas de destrucción masiva, tsunamis, volcanes, meteoritos, llamaradas solares… La lista es cada vez más larga. Y aún a ésta hay que sumar el peligro cada vez más real contra el que algunos ya nos advierten y que puede llegar próximamente por el desarrollo sin límites de la IA y la consecución de la singularidad tecnológica, cuando el conjunto de algoritmos, redes informáticas y robots más sofisticados puedan ser capaces de producir computadoras y entidades biodigitales mejores a las ya existentes. Como fuere, entre unas y otras, muchos científicos arguyen que a este ritmo no llegaremos como civilización al 2070; otros ponen el llamado reloj del fin del mundo como fecha límite en el año 2050; y algunos pocos agoreros apuntan aún a más corto plazo y ponen en la agenda apocalíptica la fecha del  2030. ¿Estamos al final de nuestro tiempo? Bueno, ¿y cómo poder saberlo?

Nadie sabe ni creo que pueda saber el día y la hora, pero quizá podamos hacernos una idea atinada si examinamos la exégesis de la tradición cristiana del último libro del Nuevo Testamento, el Libro de Juan, conocido como el libro del Apocalipsis o Libro de las Revelaciones. En una entrevista publicada recientemente «El final de esta generación humana», el erudito y sabio sevillano Emilio Carrillo, con más de 50 libros a sus espaldas,  y tomando como referente este libro y las palabras de Jesús en el Evangelio de Mateo, describe de forma clara los 4 estadios sucesivos que supondrían, si no el fin de los tiempos, sí el fin de una generación o raza humana y, con ello, el nacimiento de una nueva humanidad. Hasta entonces, estaríamos en los dolores del parto, siguiendo, estas 4 etapas:

1.- LOS TIEMPOS DE LA DESOLACIÓN: los males de siempre (guerra y rumores de guerra, hambre, injusticia, desigualdad, etc.) con más intensidad que nunca (siglo XX).

2.- LA GRAN TRIBULACIÓN: igual que la fase anterior, más nuevos males que el ser humano nunca antes había conocido (pandemias, transhumanismo tecnológico, control con IA y manipulación biodigital en el siglo XXI), justo en la fase en la que parece que estamos ahora mismo en el 2024 y años siguientes.

3.- EL TRIUNFO DE LA BESTIA: en estos próximos años, la guerra entre la propia élite, el 1% del 1%, llevará a los pocos amos del mundo que queden a elegir a un líder para no exterminarse entre ellos invistiendo a un «primus inter pares», «el primero entre iguales», que tendrá en sus manos todo el poder del mundo y será llamado «Caput Mundi» (nombre de los grandes almacenes de productos de lujo en las mismas puertas de la Sante Sede del Vaticano, Caput Mundi Mall). Este es y no otro es el triunfo de la Bestia que está ya por venir aquí a la vuelta de la esquina… Con la propia lucha interna entre esta élite satánica, se eliminarán todas las religiones, la gran ramera, y se tratará de “enfriar» el espíritu del ser humano transformándolo en otra cosa: es el transhumanismo nanobiotecnológico. Con todo, y tras 5 años de miedos, convulsiones y sufrimientos -los dolores del parto en los que ahora justo estamos- seguirán habiendo luchas de poder en la punta última de la pirámide. Una parte de esa élite oscura hará una falsa proclamación mundial del fin de todas las guerras y todas las religiones en un nuevo tiempo de «Paz y Seguridad». Esa declaración interesada será falsa, esa paz será de muerte y cementerio, y esa seguridad será de control y pérdida de libertad. Gran parte de la población aceptará esta proclama y los nuevos preceptos como una nueva religión tecnocientificista que las une  a todas… y esta raza humana habrá llegado a nivel global a su máximo grado de esclavitud e infrahumanidad. Otra parte pequeña de la población no aceptará esta proclama de “Paz y Seguridad” ni consentirá vivir de esa forma posthumana rebelándose contra este nuevo orden mundial… La última señal de esta etapa es que se arremeterá contra estos “inocentes” rebeldes de forma directa y violenta para tratar de exterminarlos. Y eso será el final de esta fase, un nuevo reseteo que nos llevará al final de esta -para algunos 5ª- raza humana en nuestro planeta,

4.- LA PARUSÍA o “corte” cristiano: por fin sale a la luz la nueva criatura humana tras el largo período de gestación y los dolores finales del parto, la llamada «Segunda Venida de Cristo», y con ella la caída definitiva del sistema matrix vigente. Tras las últimas presiones y contracciones, saldrá por fin a la luz una nueva raza o generación humana ejemplar aún por crecer y desarrollar, nuevos seres con el grado suficiente de autoconsciencia para vivir en esta Nueva Tierra desde la vibración y frecuencia de la esencia. Este es el corte o Juicio Final que dividirá a la Vieja y a la Nueva Humanidad. Y estos son y serán los dolores del parto en los que ahora estamos… Pese a que pinta chungo en estos próximos años, Emilio Carrillo acaba la entrevista dándonos ánimos para vivir con gozo los temblores necesarios y confianza en la vida en los procesos del parto, recordándonos que la llegada de un nuevo ser humano a este mundo es -pese a todo- motivo de dicha y celebración… Y, bueno, ¿qué opinas tú, querido lector? ¿Crees que estamos al final de nuestro tiempo? Estemos atentos a las señales…Todo ciclo tiene un fin, y todo fin es un nuevo comienzo. Vieja y Nueva Humanidad. ¿Tú dónde quieres estar? Y es que no es tiempo para tibios…

Alejandro Roselló Nadal, profesor de filosofía del IES Cotes Baixes (Alcoy)

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