Antoni Miró: “Es un mérito recibir la distinción sólo con los votos de la izquierda”
Entrevista al artista alcoyano, Medalla de Oro e Hijo Predilecto
Al flamante Medalla de Oro y nuevo Hijo Predilecto de Alcoy, como a todo artista, se le recordará muy probablemente por sus obras de arte y por el trabajo realizado a lo largo de los muchos años de dedicación. La pasada semana, el Ayuntamiento de Alcoy le hizo entrega de estas distinciones, las mayores que otorga la ciudad.
Antoni Miró (Alcoy. 1944) es, seguramente, el pintor y escultor alcoyano contemporáneo con mayor proyección. Así lo atestigua una prolífica obra presente dentro y fuera de nuestro país, tanto en colecciones particulares como en espacios y entidades públicas y privadas.
Él, sin embargo, prefiere que se le recuerde, simplemente, como “una persona que ha intentado servir a su pueblo, a su gente y que siente una gran estima pel seu país”.
Se define como un “un pintor realista” que ha probado todas las técnicas y estilos, hasta encontrar aquel en el que se siente más a gusto. “Siempre me he decantado hacía el realismo, la denuncia, un realismo social se podría decir”. Sus obras se presentan en los más diversos soportes. “En los 70 decidí pintar sobre bases muy diferentes, sobre lienzo, madera, metales, plásticos… en los 80 utilicé el lienzo y he ido probando cosas, técnicas y productos según el momento”.
Espera seguir pintando durante mucho tiempo, “más ahora que ya he aprendido a hacer mejor las cosas”. Sonríe.
Vive y pinta en el Mas del Sopalmo y afirma sentirse afortunado por todo lo que le ha aportado su profesión. “Me lo ha dado todo. He vivido bien y este es un oficio muy agradecido. Si haces las cosas medianamente bien y te gusta, te sientes muy reconfortado. Si encima te compran cuadros, eso ya es una locura”, dice con esa irónica timidez que le caracteriza.
Por la distinción concedida dice sentirse feliz. “Que te concedan un reconocimiento de estas características en un tu pueblo es muy importante. Me han dado muchos premios significativos en otros lugares, pero no los valoras igual”, afirma. “A veces cuesta más que te reconozcan en tu propia ciudad. Y por lo que se ha visto, en este caso no ha sido fácil”.
Se refiere Miró a que la concesión de la distinción no ha obtenido la unanimidad de todos los grupos con representación municipal. Argumentó el PP que no era merecedor del galardón alguien que “defiende la independencia de Cataluña y reivindica los Països Catalans”, postura que asumieron, a continuación, Ciudadanos y Vox. “Que haya, o no, unanimidad me da igual, pero casi me gusta más recibir así la Medalla. Voy a tener el honor de ser la primera persona a la que se le concede sólo con los votos de la izquierda. Puede que alguien lo vea como un demérito. Para mí es un gran mérito”, subraya.
Admite que no tiene ningún problema en que se le tilde de ser «de izquierdas y nacionalista”. Y argumenta que los que dicen estas cosas de él “son más nacionalistas que yo y no lo saben. La diferencia es que ellos practican un nacionalismo opresor frente a nuestro nacionalismo que lo que defiende es nuestra cultura y nuestra lengua”.
Esa polémica que ha suscitado su nombramiento como Hijo Predilecto y la concesión de la Medalla de Oro no le es nueva. Su arte comprometido y, si se quiere, fuera de lo políticamente correcto, le ha supuesto más de un disgusto. “No soy polémico. Es más, no me gusta ni el espectáculo ni montar números. Pero es cierto que hay gente que busca en mis obras la controversia. Gente –afirma– que está al servicio de las ideas dominantes. El problema es que quien manda en esta sociedad es la oligarquía y las grandes empresas multinacionales, que están por encima de los estados”.
Puede leer la entrevista completa a Antoni Miró en la edición de El Nostre del sábado 18 de septiembre.