Àngels Alcaraz, en el centro de la diana
La arquera es una de las deportistas locales que más ha evolucionado en la última temporada
Apenas cuenta con 18 años y con dos de dedicación al tiro con arco su nombre empieza a sonar con mucha fuerza en los circuitos nacionales. Siendo una arquera novel, con poco bagaje en el mundo de la competición, ha conseguido recorrer un camino que otros necesitaron años de mucha dedicación y no todos lo consiguieron.
Lo suyo es puro talento y también un gen competitivo que no deja de sorprender. La curva de progresión de Àngels Alcaraz no ha parado de crecer en este tiempo. Si el año pasado dejó el listón muy alto clasificándose para un Europeo de clubes, esta temporada ha vuelto a superarse consiguiendo un doble séptimo puesto en los Campeonatos de España, el de su categoría, la júnior, y el absoluto, quedándose hace dos semanas a las puertas de su primer podio en una de las competiciones más exigentes del calendario nacional, el Gran Premio de España celebrado en Segovia.
Quedará para siempre la incógnita de hasta dónde hubiera podido llegar de no ser por la pandemia que vino a cortar sus alas y le ha dejado sin poder competir todo lo que le hubiera gustado. Con la temporada al aire libre a punto de bajar el telón, ahora se centrará en comenzar con buen pie la de sala que comienza en noviembre.
Lo hará con un elemento nuevo en su vida que no sabe hasta qué punto condicionará su actual evolución deportiva. Tras terminar los estudios de bachiller, en unos días empezará la universidad como estudiante de filología catalana en Alicante. “Mi idea es seguir como hasta ahora, no sé hasta qué punto influirá la Universidad en mi preparación. Todo es nuevo para mí. Me gustaría que mi evolución como arquera no se viera frenada, que siguiera disfrutando como lo he hecho estos dos últimos años”, reflexiona.
Dos años que han sido como un regalo para ella. Nunca imaginó llegar hasta donde se encuentra ahora, muy cerca de la élite nacional de un deporte al que llegó sin querer, hace cuatro años. Su padre tenía un arco por casa que utilizaba de forma esporádica cuando los fines de semanas en el pueblo mataba las horas muertas lanzando flechas. A raíz de entonces fue cuando le picó la curiosidad por saber si a nivel local había un club para aprender a tirar.
Fue como un amor a primera vista. Como un flechazo, nunca mejor dicho. De aquellas primeras enseñanzas se ocupó Luis del Olmo, padre de Sergio, que al regresar de Madrid llevó su preparación hasta el confinamiento. En los últimos tiempos, un histórico del tiro con arco local, Manuel Candela, que ha vuelto a competir, ha sido quien ha guiado sus pasos. “De todos he aprendido mucho y estoy muy agradecida a ellos. Si he llegado hasta aquí ha sido en parte a la ayuda y la dedicación de mis entrenadores. No quisiera olvidarme de Miguel Sarasa, siempre atento y volcándose en buscarme ayudas para que pudiera salir a competir”.
En su presentación en la alta competición del año pasado consiguió clasificarse para el Europeo de clubes celebrado en Eslovenia. Fue con el Almussafes, que ha reunido un grupo de prometedoras arqueras de la Comunidad donde Àngels Alcaraz ha encontrado la horma de su zapato. “Las dos partes salimos beneficiados, yo aprendo de ellas y ellas se benefician de mi como equipo. Me gustaría en el futuro poder competir con el nombre de Alcoy, pero ahora mismo no es posible porque no hay más chicas compitiendo en el club”.
Àngels Alcaraz reconoce que al principio sus amistades se lo tomaban a broma por el desconocimiento que existe del tiro con arco. “Ahora ya no hay las risas del principio, les cogía a la mayoría por sorpresa y les parecía extraño. Ahora ya ven que salgo en prensa y me miran de otra manera. Es un deporte que a todos los que me preguntan se lo recomiendo, que no tiene nada que ver con el baloncesto, la gimnasia o el fútbol, que está de moda entre las chicas. A mi me ayuda a desconectar, no solo debes estar físicamente en forma, también mentalmente. El tiro con arco te exige estar siempre muy concentrada en lo que haces, no puedes distraerte”.
Es una recién llegada con resultados de veterana. Ahora mismo desconoce donde está su techo. Hace un par de semanas, en el Gran Premio de España celebrado en Segovia, se quedó a un suspiro de lograr su primer podio en este circuito nacional. Hubo desempate por el tercer puesto, que se decidió a una flecha, que acabó ganando su oponente. “No me quejo de lo que he conseguido, al contrario es para mí un orgullo porque he logrado resultado que muchas arqueras no consiguen en toda su vida deportiva. Creo que aún tengo mucho margen de mejora. Técnicamente me queda mucho camino por recorrer. También debe templar más los nervios a la hora de competir. Soy una recién llegada y muchas veces se nota”.
El inicio de su etapa universitaria aún no sabe como terminará repercutiendo en su futuro rendimiento. “Me gustaría compaginar ambas cosas y seguir mis progresos. Me ilusiona mucho poder subirme algún día a un podio del Campeonato de España y clasificarme para una tirada internacional en el extranjero. Disfruto mucho de la competición, es lo que más me gusta y me engancha ver que lo que te propones, acabas consiguiéndolo o estás cerca del objetivo”.