Andrés Jover: campeón en amar la montaña
El murero ha pasado en diez años de no hacer deporte a correr grandes distancias

En el mundo de las carreras de fondo, hay nombres de ‘la terreta’ que destacan, más allá de sus resultados, por su motivación, por su amor a la naturaleza y el deporte. Uno de esos nombres es Andrés Jover, un atleta que en menos de diez años ha pasado de no practicar el deporte a competir en carreras de 100 kilómetros con desniveles exigentes.
La historia de Andrés en las carreras de montaña se remonta al año 2017, cuando empezó a subir caminando y bajar corriendo las montañas, sin pensar que, años después, estaría participando en algunas de las carreras más exigentes del calendario.
Su punto de inflexión llegó tras la pandemia, cuando decidió probar suerte en algunas competiciones locales, como la Mimamuca de Carrícola y la Pujada al Montcabrer, en la que, a pesar de no contar con un entrenamiento estructurado, logró un sorprendente tercer puesto en esta última, lo que le hizo darse cuenta de su potencial.
Poco después, dio el salto a las carreras de larga distancia con la Costa Blanca Trail, donde logró un tercer puesto. “Demostré a la gente que podía obtener buenos resultados en este tipo de carreras siendo joven”, afirma Andrés. Fue en ese momento cuando comprendió que su resistencia y su capacidad de sufrimiento le permitirían seguir progresando en este desafiante deporte.
Entre sus participaciones más destacadas está la OCC, una prueba de 57 kilómetros con 3.600 metros de desnivel positivo, considerada la “hermana pequeña” del prestigioso Ultra-Trail del Mont Blanc.
Andrés Jover también ha competido en eventos internacionales, como la Val d’Aran y una carrera de nivel regional en Italia, donde quiso poner a prueba su nivel.
Sin embargo, sus sueños van mucho más allá. Uno de sus grandes objetivos es completar el Gran Trail Aneto-Posets o incluso atreverse con el UTMB, la prueba reina de las ultradistancias, o unas 100 millas. Y si le preguntas por si tiene alguna espina clavada, la respuesta es no: “Mi objetivo es ir mejorando las posiciones o los tiempos en las carreras”, continúa el atleta.
El reto de compaginar el deporte con la vida cotidiana
Como viene a ser habitual entre los corredores del nivel, Andrés no se dedica exclusivamente a correr. Trabaja media jornada, lo que le permite organizar sus entrenamientos con relativa flexibilidad. “Si he tenido que doblar sesiones, lo he hecho madrugando mucho y entrenando por la tarde”, comenta.
La autodisciplina ha sido clave en su progreso, demostrando que la organización puede llevar a cualquier persona a lograr grandes resultados.
Sin embargo, no todo ha sido fácil. En el último año, Andrés ha lidiado con molestias crónicas que han complicado su preparación. “No tengo falta de motivación, pero desde hace un año estoy teniendo problemas físicos. No es una lesión grave, pero son advertencias del cuerpo que a día de hoy sigo teniendo”, explica. A pesar de ello, ha logrado mantener grandes volúmenes de entrenamiento y sigue en proceso de recuperación.
Un inicio de temporada prometedor
A pesar de las dificultades, Andrés ha comenzado el año con fuerza. En enero batió su mejor marca personal en los 10K de Valencia, cruzando la meta en 32 minutos y 31 segundos. Además, cerró el mes con una destacada actuación en El Cid Trail Xtrem, una carrera de 67 kilómetros y 3.500 metros de desnivel positivo, donde recuperó las buenas sensaciones previas a sus lesiones.
Sus objetivos para este año incluyen varias ultras de prestigio, como la CDH de Val d’Aran (110 km) y el Campeonato de España de Ultra Trail (70 km). Además, en tres semanas viajará a El Paso, en La Palma, para disputar otra exigente prueba de 70 kilómetros, el Reventón Trail.
El respaldo de su equipo y pareja
Uno de los pilares fundamentales en la trayectoria de Andrés es su equipo, Lurbel. “Tener compañeros de buen nivel te obliga a estar ahí y no relajarte”, explica. Sin embargo, Jover destaca que en Lurbel no exigen resultados, lo que les permite competir sin presión y centrarse en disfrutar de las carreras.
En esta historia deportiva, hay otro de los pilares fundamentales cruciales para Andrés: el apoyo especial de Alba Senabre, su pareja y compañera de entrenamientos y carreras. “Alba ha sido una gran motivación para mí en la montaña. Hemos compartido muchos entrenamientos, madrugones, viajes y nervios antes de una carrera”, cuenta Andrés. Compartir el mismo deporte les ha permitido afrontar juntos los sacrificios que conlleva la preparación de una competición y apoyarse mutuamente en los momentos difíciles.
Correr por amor a la montaña
A pesar de los resultados, los podios y las marcas personales, Andrés Jover tiene claro cuál es su verdadera motivación: la pasión por la montaña. Sin ir más lejos, en la biografía de sus perfiles de Redes Sociales aparece: ‘Campeón en amar y disfrutar de las montañas’, sin hacer alusión a ningún resultado. “Podría poner en mi perfil todas las carreras que he ganado, pero eso no me representa. Mi objetivo al correr no es ese”, confiesa.
Para él, la mayor satisfacción es sentir la libertad de correr por la sierra, disfrutar de la naturaleza y conocer en profundidad la flora y la fauna de su entorno.
“En eso soy campeón. En otras cosas hay gente mucho mejor que yo, pero en disfrutar de la montaña y la naturaleza, me considero el mejor”, concluye Andrés Jover.