Ana Pastor pasa a jugar con blancas
Presidenta del Club Ajedrez Alcoy desde hace 25 años, es la nueva vicepresidenta primera de la Federación Valenciana
Quizás no sea un rostro representativo de nuestro deporte, fundamentalmente porque nunca le ha gustado estar en primera línea de fuego, siempre ha preferido ocupar un segundo plano, por ello para muchos sea una gran desconocida, pero Ana Pastor es la presidenta más longeva de nuestro deporte, con 25 años de resistencia al frente del Club Ajedrez Alcoy, en un deporte en el que los egos, las traiciones y muchas veces las ansias de poder, se cuecen a fuego lento y en silencio.
Ahora ha decidido pasar de nivel y tras años de oposición a la gestión de Paco Cuevas, el anterior presidente de la Federación Valenciana de Ajedrez, quien llevaba anclado en el cargo demasiados años, según su versión, siente que ha llegado el momento de mover ficha con blancas, después de mucho tiempo jugando con negras, incorporándose al equipo de trabajo de Emilio González, quien desde comienzos de noviembre pasado es el nuevo presidente de la Federación Valenciana de Ajedrez.
“Como asambleísta de la Federación, mi voto siempre era de descontento hacia la gestión de Paco Cuevas. Tras no salir como asambleísta y sí hacerlo Emilio González, habló conmigo y me dijo que si salía presidente iba a contar conmigo, pero no imaginaba de la forma que lo ha terminado haciendo”, explica Ana Pastor, que es la nueva vicepresidenta de la Federación Valenciana y responsable, a nivel federativo, del ajedrez alicantino, porque según comenta, ha nombrado a tres vicepresidentes, uno por provincia.
Su estreno fue hace unos días en el 19 Torneo Internacional Gran Hotel Bali, que reunió a más de 700 jugadores. El fallecimiento de la madre del presidente llevó a Ana Pastor a estrenarse como representante federativo. “Tendré que habituarme porque quien me conoce sabe que soy de quedarme en segundo plano y aparecer lo menos posible”, asegura Ana Pastor, quien como presidenta del Club Ajedrez Alcoy, cargo al que llegó en 1997, tuvo que liderar la transición de un club anclado en su glorioso pasado y apostar por una progresiva renovación, un camino que no fue de rosas precisamente, muchas veces con el obstáculo de las propias guerras internas.
“Mi prioridad sigue siendo el Club Ajedrez Alcoy, entidad a la que me debo y de la que me voy a seguir ocupando como siempre”, argumenta, “pero hay una serie de cuestiones de las que me gustaría ocuparme porque irán en beneficio del ajedrez de la Comunidad Valenciana. En primer lugar, potenciar el ajedrez escolar, mejorar sus condiciones. Otro punto importante para mí, como mujer, que haya más chicas ajedrecistas. Y tercero, descentralizar nuestro deporte, que la provincia de Alicante se haga notar, que nos sintamos representados y no sea todo Valencia. Si consigo aportar mi granito de arena en esas tres cosas, me sentiré satisfecha y pensaré que ha valido la pena este trayecto”, admite.
Ana Pastor lleva casi cinco décadas dedicadas al ajedrez. Empezó con 16 y ahora tiene 62. Fue por casualidad, tras acompañar a su hermano pequeño. Él se lo dejó y ella ahí sigue. “El ajedrez es mi vida y el Club Ajedrez Alcoy, mi segunda casa”, resume. Su caso es excepcional. No hay mujeres ajedrecistas que ocupen cargos dentro de los clubes en la Comunidad y son contadas las chicas que practican ajedrez. Dentro de la provincia de Alicante no llega ni a la treintena y en la Comunidad representan un 2 por ciento del total de licencias.
“Es curioso pero en el club hay familias con padres e hijos que juegan al ajedrez pero en cambio la hermana ni siente curiosidad por jugar, cero. Entre los hombres gusta mucho. Desde pequeños se sienten atraídos. Lo ven como un campo de batalla y se enganchan”, desvela Ana Pastor, cuyo caso aún es más excepcional si tenemos en cuenta que su hija Nerea, es jugadora y ahora también miembro de la nueva junta directiva de la Federación como vocal y responsable del arbitraje en la provincia de Alicante.
Mirando hacia casa, el Club Ajedrez Alcoy sigue siendo uno de los grandes clubes de la Comunidad Valenciana, con equipos que siempre han estado al máximo nivel y jugadores que muchas veces sirven para reforzar otros equipos. Es el caso de Pablo Cruz, el único Maestro Internacional que tiene nuestra ciudad, quien juega para Silla, equipo que le quitó hace poco el honor al Club Ajedrez Alcoy de ser el único de toda la Comunidad Valenciana en tener título de campeón de España, que logró en 1965 en el Círculo Industrial.
También en Silla juega Jorge Rodríguez y el jugador que reúne más miradas de cara al futuro, Víctor Tudela, ha fichado esta temporada por La Vila. Por equipos, el Club Ajedrez Alcoy descendió de División de Honor tras un año de batallas internas y esta temporada jugará en Primera Autonómica, el segundo escalón dentro de la Comunidad. Además cuenta con otro equipo en Segunda Autonómica y otro en Provincial.
“Hemos pasado rachas malas y ahora parece que esa curva descendente empieza a ser ascendente. Nos cuesta entrar en los colegios. La propia organización de los centros escolares hace que un deporte como el nuestro tenga complicado llegar a los niños. Nos preocupa porque el ajedrez puede ser un buen complemento en la formación de los niños por el componente intelectual que aporta”, explica Ana Pastor, quien añade que “el ajedrez no entiende de edades. Un niño puede estar jugando con una persona que tiene más de 60 años. Agiliza la mente y jugar supone un esfuerzo continuo a nivel personal. El problema viene después. Se quiere ganar rápido y el ajedrez requiere de mucha paciencia y estudio”, concluye.