Amigos de la Música inicia el año con un exitoso concierto
El Teatre Calderón volvió a registrar un lleno en el Concierto de Año Nuevo que organiza anualmente la Asociación de Amigos de la Música de Alcoy, actuación celebrada el pasado viernes día 3, que contó con la International Strauss European Symphony Orchestra, la soprano armenia residente en Viena, Tehmine Schaeffer, y el director mexicano-vienés Felix Carasco-Córdova.
No pudo actuar el violinista anunciado Gernot Winiscchhofer a causa de una indisposición; sin embargo el concierto no se vio afectado porque incluso sin el violinista la duración fue de casi dos horas, al añadirse una obra straussiana más. Ciento veinte minutos de disfrute absoluto por parte de un público de todas las edades, entregado desde el primer minuto.
Éste, es un concierto ameno, divertido y enriquecedor, donde no suenan solo los más famosos valses y las más trepidantes polkas de la Familia Strauss, una gozada desde luego si está bien interpretado, sino, como ya es habitual (lo mismo desde hace unos años en el concierto de Viena), también podemos escuchar a otros compositores incluso alguno español (Fernández Caballero y su exquisito ‘Vals del fondo del mar’ de ‘Los sobrinos del Capitán Grant’).
Aquí se dieron cita todos los ingredientes para el éxito. La soprano Tehmine Schaeffer se metió al público en el bolsillo nada más salir al escenario, por su simpatía, su presencia escénica y su aterciopelada voz de soprano lírica coloratura, interpretando sus comprometidas piezas de forma natural y extraordinaria: arias de ‘La viuda alegre’ y ‘Giudita’ de Franz Lehár, la de la ‘Reina de la noche’ de ‘La flauta mágica’ de Mozart, o el vals ‘Voces de primavera’ de Johann Strauss, hijo, en el que alcanzó una coloratura (capacidad de la voz lírica de ejecutar sucesiones de notas rápidas), sobresaliente, provocando el delirio del público. Gustó y mucho, Félix Carrasco-Córdova el cual desde el pódium de dirección, demostrando talla y mucha experiencia, transmitiendo energía y vitalidad a una orquesta sinfónica que se mostró siempre dispuesta a dar lo mejor de sí.
Así, fueron sucediéndose todas las composiciones, algunas de ellas alcanzando muy buenas sonoridades como la obertura de ‘Mañana, tarde y noche en Viena’ de Franz Von Suppé (con su delicioso solo de violonchelo), y las polkas ‘Ohne Sorgen’ o la del ‘Fuego’ ambas de Josef Strauss. Si bien los grandes y maravillosos valses de Johanns Strauss hijo fueron interpretados con equilibrada elegancia, especialmente ‘Sangre vienesa’ y ‘Cuentos de los bosques de Viena’, la orquesta debe mejorar los ‘rubatos’ (aceleración o desaceleración del tempo) que pueda indicar el director y que, sin abusar, son muy necesarios en este tipo de obras para conferirles vida y amenidad.
No faltó ‘El bello Danubio azul’ con la participación de tres componentes de A3 Danza Alcoy; y en los bises, el ya esperado por el público ‘Vals de las Olas’ de Juventino Rosas (Eixa Milagret la de la placeta del Carbó), que todos pudimos entonar con entusiasmo, antes de la imprescindible ‘Marcha Radetzky’ del progenitor de la saga de los Strauss. Daba gusto ver al público salir de la sala con amplias sonrisas y caras de absoluta felicidad.
Foto: La Internacional Strauss European Symphony Orchestra, la sorprano y el director de la orquesta | Juan Vilaplana