Álvaro Muñoz es el primer jugador local que consigue subir a un podio del nacional de petanca
Lleva un 2020 pletórico en el que ha sido campeón autonómico, bronce en el Nacional y campeón local
Nada más subirse al podio en la localidad almeriense de Mojácar, sede del Nacional, no pudo evitar mirar hacia el cielo. Fue un momento íntimo, repleto de mucha emoción, para honrar la figura de alguien que guió sus pasos desde bien pequeño. Álvaro Muñoz fue el primer nieto de José Vidal, gran aficionado al Barça, pero sobre todo a la petanca. “Era mi abuelo, falleció en diciembre pasado y fue quien me inculcó la afición por la petanca. Estoy seguro de que estaría muy orgulloso de verme en el podio del Nacional. Quise tener ese detalle con él. Le echo mucho de menos”, asegura el primer medallista local en un Campeonato de España.
De Ibi, hace muchos años que vive en nuestra ciudad, donde también trabaja como repartidor de material eléctrico. “De la petanca no vivo, es mi hobby, mi pasión. Le he dedicado mucho tiempo y bastantes sacrificios. Había semanas que le dedicaba casi todos los días a entrenar”, confiesa Álvaro Muñoz, quien desvela que el único premio en metálico que se llevó por su medalla de bronce en el Nacional fueron 30 euros. “Fuimos a gastos pagados pero de la petanca es imposible vivir. En Francia, igual unos pocos. Aquí en España, nadie. Lo máximo que he ganado han sido 1.000 euros que nos repartimos entre tres. Salimos a 300 y pico por ganar un torneo de tripletas. Es cierto que hace poco tuve una oferta de un club de Murcia que estaba dispuesto a pagarme los gastos de viaje y un dinero por jugar, pero era demasiado sacrificio tener que desplazarme todos los fines de semana y acabe declinando la propuesta. Prefiero estar más tranquilo quedándome por aquí”, confiesa.
Así y todo, no para los fines de semana. Para esta temporada ha cambiado de club. Ha dejado Almoradí, con el que había disputado tres campeonatos de España de clubes con el que había sido tres veces cuarto clasificado, quedándose siempre a un paso del podio, por jugar en un equipo de San Vicente. Además disputa la liga local, donde la pasada temporada fue campeón con el Mos Delicat, equipo en el que sigue este curso.
“Disfruto mucho jugando a nivel local. Hay muy buen ambiente y una liga muy competida. Soy bastante futbolero, pero me gustaría que la gente que dice que la petanca es un deporte para gente mayor, ya jubilada, que se pasara por las pistas del Romeral y viera jugar a los equipos de la liga local. Hay mucho nivel, existe una gran competencia y nada de ir a pasar el rato. Se sorprendería para bien. Es bonito ver a familias enteras jugando. Pese a todo, nadie le gusta perder y se genera un ambiente competitivo muy bonito. Somos como una gran familia”, admite Álvaro Muñoz.
No es la primera vez que sube a un podio en un Nacional. Como juvenil ya se proclamó campeón de España en el Nacional que se celebró en Benidorm en 2007. Más recientemente, hace cuatro años, fue subcampeón de España de dupletas. En Mojácar se le puso de cara la medalla desde muy pronto. Pasó la fase de clasificación como segundo tras ganar cuatro de las cinco partidas que disputó. Al día siguiente superó en octavos a un madrileño, en cuartos se deshizo de un catalán, para caer en semifinales ante otro catalán por un apretado 13-9. “Pudo ganar cualquiera de los dos”, resume. A esta medalla de bronce en el Nacional debe añadir el título de campeonato autonómico individual conseguido en marzo pasado, justo la semana de antes del confinamiento, en Paiporta. “Durante el Nacional, el seleccionador vino a hablar conmigo y me felicitó por mi torneo. Me dijo que me iba a tener en cuenta para futuros compromisos de la selección”, añade Álvaro Muñoz, que tiene 30 años, quien reconoce que le ilusionaría poder debutar con España. “Es lo que me queda y me haría mucha ilusión poder disputar un torneo a nivel internacional”, reflexiona.
Dentro de las pistas de juego es un jugador que se hace querer. “Es mi forma de ser, sobre todo me considero un jugador honrado, simple diría, que no busca meterse en problemas y que trato de disfrutar con lo que hago. Eso sí, cuando estoy jugando no hay amigos que valgan. La petanca es un juego que exige ser un buen estratega, mentalmente requiere de mucho esfuerzo y físicamente también has de estar preparado. Eso de que la parte física no cuenta, en el Nacional esta roto al volver al hotel tras jugar cinco partidas ese día, estaba tremendamente cansado. Encima está la tensión que genera cuando estás compitiendo. La mayoría tiene una idea equivocada de lo que es realmente la petanca”.