Alcoyano: Como una película de Almodóvar
El último episodio de la locura en la que vive el club fueron las declaraciones de ayer de Juli en contra de la afición blanquiazul
Ahora mismo el Alcoyano es lo más parecido a una película de Almodóvar: alocada en unos momentos y en otros, un drama en sí, muy difícil de explicar. Si faltaba algún ingrediente más a esa locura que en la que anda metida el club de un tiempo a esta parte, las declaraciones de ayer de Juli, pura gasolina para la afición, han terminado de avivar una llama de un incendio que podría alcanzar dimensiones desproporcionadas.
Si hace justo un año, también con el At Madrid B como rival, la hemorragia abierta en el seno del vestuario se cortó de raíz concediendo la baja a Campabadal y a Sergi García, ahora se necesitará algo más que una decisión puntual para apagar un fuego que ahora mismo avanza de manera descontrolada.
Se podría pensar que el detonante han sido las declaraciones de Juli –sorprendentes para quien lo conoce–, al meterse en un jardín que no tocaba o al menos en los términos que lo ha terminado haciendo, pero quizás deban de entenderse como la punta del iceberg del contexto en el que anda inmerso el club en el último mes y medio con un entrenador que nunca ha tenido todos los galones y que ha terminado por convertirse en una diana fácil de todos los dardos.
Está claro que si los resultados hubieran acompañado, ahora mismo nadie cuestionaría su elección. Es más, los comentarios habrían apuntado a una decisión que debió llegar muchos antes y nadie se plantearía criticar a Juli como ocurre ahora, día sí y día también.
Pero los resultados no llegan y sobre esa base, todo es cuestionable, convirtiéndole en la diana perfecta. Ni él ha dado con la tecla ni tampoco las circunstancias que han rodeado este mes y medio le otorgan toda la responsabilidad de lo sucedido en estos cinco partidos.
Son demasiados tumbos seguidos que afloraron de golpe en un partido clave como era el derbi del Rico Pérez. Un empate hubiera contribuido a parchear la situación, pero la derrota y de la manera tan cruel como llegó, ha terminado por destapar la caja de los truenos con la alineación de ciertos jugadores y algunas decisiones que se tomaron durante el partido, sobre todo en su tramo final.
De puertas hacia afuera se quiere transmitir una normalidad que ahora mismo no existe y la sensación es que ni ganando el domingo se lograran apaciguar unas aguas demasiado turbulentas, con la situación en la que se encuentra Juli como eje de todas las críticas, algunas justificadas y otras no tanto, según la información de que se disponga.