Alcoy se vuelca con la Pasión en el regreso de las procesiones
Los primeros actos de Semana Santa han servido para avivar la llama de la devoción católica, después de dos años de ausencia de procesiones debido a la pandemia. La Semana de la Pasión de Cristo, que se prolongará hasta el próximo domingo 17, con la conmemoración de la Resurrección, se inició con la bendición de Ramos y la procesión conocida como de ‘La Burreta’. Como es costumbre, en el intermedio de esta procesión tuvo lugar la tradicional bendición de palmas en la Glorieta, que congregó a numerosas familias portando el símbolo de este día que da inicio a los actos centrales.
Ya por la tarde, organizada por el Gremio de Labradores y la Cofradía del Cristo Yacente y Nuestra Señora de los Dolores, tuvo lugar una de las procesiones más emotivas de cuantas componen el programa de la Semana Santa alcoyana: la despedida de la Virgen y su hijo, Jesús Nazareno, en un encuentro que acontece en el Cantó el Pinyó. La procesión, cargada de solemnidad, contó con una gran participación de devotos y fieles.
También anoche, el Miércoles Santo –último día completo de la Cuaresma, previo al comienzo del Triduo Pascual, el día siguiente– estaba previsto celebrar la procesión de Cristo Crucificado, conocida como Viacrucis. La lluvia amenazó durante el día su desarrollo y finalmente no pudo salir a la calle, quedándose en el interior del templo.
Una previsión de lluvia que también mantiene en vilo hoy a la Cofradía del Cristo Agonizante, de cara a la Procesión del Silencio, en la que se da traslado de la imagen del Cristo Crucificado desde su capilla. Este año, además, con la novedad de que el trono procesional cuenta con un nuevo manto.
También, como es tradición, habrá procesión mañana, Viernes Santo, para ya el domingo culminar la Semana Santa con el acto más genuino en Alcoy, els Xiulitets, que además da el pistoletazo de salida a las fiestas de Sant Jordi, con la Gloria mayor.