Alcoy saca a licitación el nuevo acceso al polígono Santiago Payá trece años después
Es el tiempo que ha pasado desde que se derrumbara el antiguo puente. La obra costará casi 2’5 millones de euros y durará un año

El Ayuntamiento de Alcoy ha publicado la licitación de las obras para la estabilización de la ladera, el desmantelamiento del puente dañado y la ejecución del nuevo vial de acceso a los polígonos industriales Santiago Payá y Sant Benet, una actuación largamente reivindicada por el tejido empresarial de la zona. El presupuesto máximo del contrato asciende a 2.395.844 euros y el plazo previsto de ejecución es de 12 meses desde el inicio de las obras. Las empresas interesadas tienen de plazo hasta el próximo 29 de abril para presentar sus ofertas.
Este proyecto permitirá consolidar de forma definitiva el acceso a una de las áreas industriales más relevantes de la ciudad. La iniciativa surge a raíz del derrumbe de parte de la ladera en la primavera de 2022, justo en la zona de Santiago Payá próxima a Sant Benet. Este incidente obligó al Ayuntamiento a reactivar un proyecto que llevaba aparcado desde 2017 y que busca dar solución a una problemática que arrastra más de una década, casi trece años exactamente.
Conviene recordar que en 2012 quedó fuera de servicio el puente que hasta entonces conectaba con estos polígonos, debido a los desplazamientos del terreno. Desde entonces, el acceso se realiza por un vial provisional regulado por semáforos, en condiciones de evidente precariedad. Empresarios de la zona han mostrado reiteradamente su preocupación por las grietas que aparecen de forma constante en este acceso temporal, siendo las últimas muy recientes.
CONSTRUCCIÓN DE UN DIQUE
Las obras proyectadas suponen una actuación integral, tanto desde el punto de vista estructural como funcional, tal y como recoge el proyecto. Uno de los elementos clave será la instalación de un sistema de auscultación y monitorización geotécnica que permitirá controlar de forma constante los movimientos del terreno y verificar el comportamiento de la ladera durante y después de las obras. Esta monitorización será esencial para garantizar la seguridad y estabilidad de la nueva infraestructura.
La solución técnica adoptada para consolidar la ladera consiste en la ejecución de un dique de escollera con una “llave de cortante”, una estructura de gran envergadura que se colocará en la base del talud para cortar el plano de deslizamiento existente. Este dique tendrá hasta 25 metros de altura y 10 metros de base, garantizando así una contención eficaz del terreno.
Paralelamente, se llevará a cabo el desmantelamiento completo del actual puente, muy dañado estructuralmente. Esta fase incluirá el desvío de los servicios que discurren por la estructura, como las redes de agua potable y saneamiento, y su posterior reposición bajo el nuevo vial.
En sustitución del puente, se construirá un nuevo vial de acceso que seguirá un trazado muy similar al existente, con una anchura total de 13 metros. Dispondrá de dos carriles de circulación, aceras, arcenes y canalizaciones subterráneas para los diferentes servicios urbanos. El firme se diseñará específicamente para soportar el tráfico pesado característico de la zona industrial.
UN LARGO PROCESO
Llegar a este punto no has sido fácil, ya que el proceso de licitación no ha estado exento de polémica. De hecho, es la segunda vez que sale a concurso el proyecto, después que el pasado octubre la empresa a la cual se le había adjudicado la obra, no firmara el conjunto de la documentación. Sin embargo, el hecho de que no se haya tenido que modificar el proyecto, ha agilizado la tramitación de la nueva licitación, que finalmente se ha demorado cinco meses.
Otro obstáculo que el Ayuntamiento tuvo que salvar anteriormente fue la compra de los terrenos necesarios de cara a acometer el proyecto de estabilización de la ladera. A finales de 2023, y después de más de un año de conversaciones con el propietario de los terrenos, que es la empresa Inde Truck S. L., el consistorio acordaba la expropiación forzosa de algo más de 5.000 metros cuadrados de superficie a ocupar temporalmente, mientras que unos 3.000 serán expropiados de forma permanente.
Desde el Ayuntamiento de Alcoy destacan que esta actuación es clave para garantizar la seguridad vial, mejorar la conectividad del polígono y dar respuesta a una necesidad largamente demandada del tejido empresarial local. Además, permitirá afrontar con garantías futuras inversiones y proyectos en la zona industrial de Santiago Payá, una de las más estratégicas para el desarrollo económico de la ciudad, una vez convertida ya en una Entidad de Gestión y Modernización (EGM).