Alcoy pone en marcha su Agenda Urbana con 44 acciones hasta 2030
El documento salió adelante con los votos a favor de PSOE y Ciudadanos, el rechazo de Vox y la abstención del resto de grupos
Un instrumento municipal con la capacidad de enlazar el crecimiento urbanístico de la ciudad con las aspiraciones económicas locales, la cohesión social y la calidad de vida de la ciudadanía, y asegurar así el desarrollo sostenible desde todas las esferas: social, económica y ambiental. Así define el gobierno municipal el documento de planificación estratégica recogido en la Agenda Urbana 2030, aprobada el viernes por el Pleno con 13 votos favorables (PSOE y Ciudadanos), uno en contra (Vox) y abstención del resto de grupos (10 votos en total, puesto que el segundo concejal de Guanyar volvió a ausentarse al seguir de viaje).
Respecto al documento aprobado en sí, el gobierno socialista presentaba su contenido el día anterior al Pleno, apuntando el alcalde que la Agenda Urbana va a ser “clave” para definir el futuro de Alcoy y las políticas municipales de los próximos años, a la vez que remarcaba, una vez más, que la ciudad es de las que más fondos europeos está consiguiendo, gracias a que cuenta con una “estrategia definida” y alineada con los Objetivos del Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Toni Francés recordó, además, que Alcoy fue elegida en su día ciudad piloto para la puesta en marcha de la Agenda Urbana, lo que ha supuesto que se pueda llevar a cabo un proceso participativo y campaña informativa, de cara a implicar a la ciudadanía, y que ha contado con una subvención de 200.000 euros.
PROYECTOS
El plan de acción de la Agenda Urbana contempla un total de 44 actuaciones basadas en diez objetivos que las agrupan por bloques desde un punto de vista técnico. En el documento (que se puede consultar con más detalle en la página web del Ayuntamiento) destaca en el apartado de innovación tecnológica, un proyecto de gemelo digital de la ciudad, una herramienta virtual que servirá para simular con antelación situaciones de diversa índole, como emergencias o patrones de tráfico.
En el caso del planteamiento urbanístico, se incluye la construcción del denominado Via Parc, un itinerario verde y sostenible que sustituye al proyectado bulevar de la Uixola. Una actuación directamente relacionada con la también anunciada Zona de Bajas Emisiones, a la que están obligadas todas las ciudades de más de 50.000 habitantes, y que propone la implementación de medidas como la peatonalización del Centro, la creación de un eje ciclopeatonal o acciones para fomentar la movilidad sostenible.
De igual forma, se llevarán a cabo actuaciones de rehabilitación arquitectónica y de mejora de la eficiencia energética –los barrios de Font Dolça y Sagrado Corazón son un ejemplo–, como también se atenderá al ámbito social con programas como el dirigido a paliar la soledad no deseada, se habilitarán los antiguos juzgados como sede de Servicios Sociales, incluso la construcción de un centro de día en Batoi. Mientras, en materia económica, proponen trabajar para el impulso turístico de la ciudad, acciones de promoción del comercio local, y anuncian la creación de un observatorio del empleo.
DISPARIDAD DE POSTURAS
Con todo, el único grupo que respaldó en el Pleno al gobierno municipal fue Ciudadanos, que votó a favor de la aprobación de la Agenda Urbana instándole a la búsqueda de financiación para que el documento “no quede en un brindis al sol”. En cambio, Vox mostró su rechazo al plan de acción al considerar que los objetivos son “imposibles” de asumir y constituyen “una imposición de la izquierda” para “someter a la población”.
Por parte de Guanyar, Pablo González criticó que el documento se ha hecho “con prisa”, está falto de datos y opina que “parece más un ejercicio de alabanza al gobierno” en cuestiones como la peatonalización o Entenza. En similares términos se expresó Aaron Ferrándiz (Podem), que encuentra “insuficiente” el trabajo realizado, mientras que Màrius Ivorra (Compromís) reprocha que el plan de acción no atienda, bajo su punto de vista, a temas como la falta de oportunidades o el problema de erosión del terreno.
Marcos Martínez, el edil no adscrito, lamenta que estemos ante un documento que “no ilusiona a la gente”, un extremo que niega el alcalde, que defiende el proceso de participación llevado a cabo para “hacer cómplices” a la ciudadanía, a la vez que aclara que los proyectos recogidos en la Agenda Urbana son “los que tienen mayor coherencia con la estrategia de desarrollo sostenible” y que tienen más posibilidades de acceder a subvenciones europeas. Por ahora se aspira a recibir 20 millones de euros.