Alcoy elaborará un estudio para prevenir derrumbes por la lluvia
La propuesta fue presentada mediante una moción conjunta del PP, Compromís, Ciudadanos, Podem y Guanyar
El Pleno aprobó el viernes, por unanimidad, la realización de un estudio de la estructura geológica de la ciudad de cara a prevenir y paliar los efectos de las fuertes lluvias, a la vista de los daños ocasionados en las últimas semanas en diferentes localizaciones, donde han sufrido derrumbes por el deslizamiento de tierras. La propuesta fue presentada mediante una moción conjunta del PP, Compromís, Ciudadanos, Podem y Guanyar, y aunque finalmente el resto de partidos votó también a favor, se generó un intenso debate sobre la responsabilidad de los últimos derrumbes registrados, especialmente los ocurridos en las laderas de la Beniata y Sant Benet.
El concejal de Urbanismo, Jordi Martínez, defendió la gestión del gobierno en este sentido, apuntando que Alcoy atraviesa una “situación complicada” por su orografía, a la vez que explica que diferentes terrenos donde ha habido problemas no son de titularidad municipal, como tampoco el Ayuntamiento cuenta con capacidad económica suficiente para acometer las actuaciones necesarias para consolidar todas las zonas de riesgo.
Desde este punto de vista, hay que señalar que la moción que salió adelante el viernes también incluye instar a las diferentes administraciones superiores –Diputación, Generalitat y Gobierno central– a la consignación de fondos para llevar a cabo intervenciones de consolidación de taludes y barrancos. Màrius Ivorra (Compromís) se queja de que las zonas de interior no cuentan con las mismas ayudas que los municipios de costa en materia de emergencias.
Solución para la Beniata
Al margen del Pleno, sobre este tema el Ayuntamiento ha anunciado esta semana que trabajan de la mano de la Universitat Politècnica de València con el objetivo de lograr una solución consensuada para la ladera de La Beniata, a la que recaen parte de las instalaciones del Campus de la EPSA. El pasado lunes hubo una reunión entre ambas partes y se pusieron en común las discrepancias existentes sobre la titularidad de los terrenos, acordando cruzar toda la documentación disponible para definir a quien corresponde la propiedad y el pago de las actuaciones.
Con independencia de esto, se pactó empezar a buscar ya soluciones y se emplazó a los técnicos a una reunión la próxima semana para decidir cuáles serán las obras que se llevarán a cabo e iniciar el proceso de licitación de las mismas.