Alcoy: ¿Ciudad Industrial o Ciudad de Servicios?

En el ambiente de nuestra Ciudad sigue flotando la nostalgia por el Alcoy del pasado, el Alcoy manufacturero, el de empresas industriales con centenares de trabajadores, situadas dentro del propio casco urbano –el Alcoy de las décadas de la postguerra civil era, en sí mismo, un gran polígono industrial– con los telares y talleres trabajando 24 horas… La inevitable desaparición de nuestra industria manufacturera, por las razones que en su día publicamos, han dejado en la opinión pública una sensación de decadencia que, aparte de no ser cierta, alimenta el pesimismo sobre el futuro de nuestra Ciudad. Debemos aceptar, de una vez por todas, que ese Alcoy de la manufactura industrial nunca volverá, por lo que debemos aparcar la nostalgia y abordar el futuro con una actitud realista y positiva. Con proyectos dentro del marco de la estrategia que planteábamos en nuestro primer artículo anterior. Hay muchísimas posibilidades más allá de la manufactura.

En publicaciones y declaraciones realizadas, hace décadas, en mi etapa de responsable empresarial, afirmé en reiteradas ocasiones que “Alcoy será industrial o no será”. Y sigo pensando lo mismo… pero con importantes matices de adecuación de los conceptos a los cambios económicos y, sobre todo, tecnológicos de hoy día. No en balde la adecuación a las nuevas condiciones de entorno es la base de la Teoría de la Evolución, razón por la que toda especie que no es capaz de hacerlo desaparece. Por ello, debemos poner al día el lema anterior: “Alcoy será industrial 4.0 o no será”. Y es que “Industria 4.0” es tanto industria como servicios avanzados.

Por ello, el “dilema” planteado en el título y que aparece en muchas conversaciones de los agentes socioeconómicos de nuestra ciudad, entre “industria” y “servicios” es, hoy día, y en nuestra modesta opinión, un falso debate –volvemos al ejemplo de los “galgos y los podencos”– ya que: 1º) “industria” no hay que confundirla con “manufactura”, que sólo es una parte, cada vez menor, de la misma y 2º) la frontera entre “industria” y “servicios” es cada vez más borrosa, ya que las nuevas tecnologías, especialmente las TIC, han entrado de lleno en todos los campos “industriales” y de “servicios” tradicionales, transformándolos y dejándolos irreconocibles.

Por ello hay que obviar el dilema de ¿ciudad industrial o de servicios? y centrarse en la respuesta lógica de economía: lo importante, para los habitantes de estas comarcas, es enfocar la actividad empresarial en las actividades de generación de riqueza, venga ésta de donde venga. Y por varias razones: la primera es que no hay incompatibilidad alguna entre un “sector” y otro. La segunda es que, en la actualidad, la línea que separa a las empresas industriales 4.0 de las empresas de servicios avanzados se ha vuelto cada vez más difusa. Aunque tradicionalmente se las ha considerado como dos categorías distintas, la convergencia de tecnologías y la adopción generalizada de la Industria 4.0 han llevado a una mayor similitud entre estos dos tipos de empresas. Tenemos numerosos ejemplos que respaldan esta afirmación.

En el campo de la Digitalización y Automatización, tanto las empresas industriales como las de servicios avanzados están adoptando las tecnologías digitales y la automatización para mejorar sus procesos y aumentar su eficiencia. Las fábricas inteligentes (Industria 4.0) utilizan sensores, Internet de las cosas (IoT) y análisis de datos para optimizar la producción y la logística. Las empresas de servicios avanzados también aplican tecnologías digitales para ofrecer soluciones más rápidas y personalizadas a sus clientes.

En el área de la Integración de Datos, la Industria 4.0 se caracteriza por la integración completa de la información entre el mundo físico y el digital en la cadena de suministro. Las empresas industriales y las de servicios avanzados comparten la necesidad de recopilar, analizar y utilizar datos para tomar decisiones informadas. Por no hablar de las posibilidades y capacidades de la Inteligencia Artificial (IA), el Internet de las cosas (IoT), el Cloud Computing, la Robótica Avanzada (cobots), la Fabricación Aditiva (Impresión digital en 3D), la Realidad Aumentada (AR), el Blockchain,…

El pasado 2023 nos dejaba Bob Lucas, eminente economista de la Universidad de Chicago. Entre sus muchas aportaciones, Lucas fue responsable, junto a otros economistas (como Giacomo Becattini, Michel Porter, Paul Romer o Philippe Aghion), de poner el conocimiento humano local en el centro del debate económico territorial. Con sus modelos de crecimiento económico endógeno demostró que el conocimiento territorial es el mayor factor productivo que genera externalidades positivas y economías de escala. Es decir, es el principal factor, no el único, que permite incrementar la competitividad territorial de las empresas instaladas en un territorio. En nuestro caso, el de Alcoy y su área de influencia: las Comarcas Centrales Industriales Valencianas. A ello hemos dedicado personalmente gran parte de nuestra actividad como profesor, investigador y gestor universitarios . Y de ahí el lema de la Asociación, Alcoy Industrial, que me honro en presidir: “poner en valor el Legado Histórico Industrial”, aprovechar el conocimiento histórico generado – el espíritu empresarial y el orgullo por el trabajo bien hecho forman parte del mismo– para proyectar el futuro.

Por ello, frente a la pregunta del título, nuestra respuesta es ¿y por qué no ambas? Lo importante para el futuro de nuestra Ciudad es asumir que éste va ligado al de nuestro hinterland, las CCIV. Y que será tanto mejor, tanto más competitivo, cuanto más esté basado en el conocimiento endógeno territorial. Enfocado al desarrollo y potenciación de empresas industriales y de servicios avanzados, pública y privadas, para los 400.000 habitantes de las CCIV y, al mismo tiempo, con capacidad para competir con éxito en los duros mercados nacionales e internacionales. Industrias y servicios que permitan no sólo la generación de empleo de calidad, y, por lo tanto, de alta remuneración, sino proporcionar los servicios de primer nivel que precisan los ciudadanos de la sociedad del siglo XXI: educativos (universitarios y de formación profesional), sanitarios (con el mayor número de especialidades sanitarias), jurídicos (magistraturas), de infraestructuras de comunicación y telecomunicación (conexión primaria de máxima capacidad a la red de fibra óptica internacional), culturales, lúdicos, deportivos,…

Y servicios avanzados que permitan incrementar la competitividad territorial de las empresas instaladas en las CCIV, mediante la incorporación a las mismas de jóvenes profesionales altamente capacitados en todas las áreas de la empresa; mediante la generación, difusión y transferencia de tecnología, desde la universidad y desde los institutos tecnológicos (servicios avanzados) de las innovaciones tecnológicas que van apareciendo, hacia nuestras empresas; mediante la potenciación de las infraestructuras terrestres (suelo industrial, transportes de mercancías y personas por FFCC y por carretera, planificación del territorio con áreas reservadas para instalaciones energéticas, de explotación de recursos, conservación de la naturaleza, etc.).

Y para ello proponemos una “política de proyectos”, proyectos concretos, estudiados y justificados desde un enfoque territorial, comarcal y no local, a los que “difícilmente se les pueda decir que no”. Proyectos abiertos a que se sumen todas aquellas entidades de la Sociedad Civil de las CCIV que crean en cada uno de ellos, y que consideren que vale la pena arriesgar algo de tiempo, de dinero, incluso de prestigio, institucional e, incluso, personal, en romper una lanza por cada uno de ellos. Partimos de una premisa indiscutible: “lo único realmente imposible es aquello que no se intenta”.

De varios de estos proyectos concretos, que consideramos imprescindibles para la vertebración territorial de las CCIV, buscando esa competitividad territorial que permita que los habitantes de estas comarcas cada día tengan mayor y mejor nivel y calidad de vida, en definitiva, “mirando que tengan un mejor futuro”, iremos hablando en sucesivos y próximos artículos.

ENRIQUE MASIÁ BUADES. Presidente de Alcoy Industrial

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